Inicio Blog

Secretario de Gobierno de Veracruz visitó mina ilegal acompañado por el dueño

0

La presencia de un convoy donde viajaba Erick Cisneros sorprendió a pobladores de Coatepec que se oponen a una mina a cielo abierto recién clausurada por la Profepa que comprometería gravemente el consumo de agua en Coatepec.

Rodrigo Soberanes

Pobladores de Coatepec registraron la presencia del Secretario de Gobierno de Veracruz, Erick Cisneros Burgos, en una mina con potencial para producir grava que fue clausurada por autoridades federales por no contar con los permisos necesarios de operación.

El viernes 2 de junio un convoy de camionetas ingresó a la congregación de Consolapa, municipio de Coatepec, y siguió hasta un camino que conduce al predio Las Lajas, donde se ubica un proyecto minero que, según diversas organizaciones, causaría graves daños ambientales.

De acuerdo con el comunicado, que está firmado por un total de seis organizaciones de la región, Erick Cisneros fue reconocido por pobladores de Consolapa y colonias aledañas, cuando ingresó a la zona en una camioneta blindada Suburban negra escoltado por personal de seguridad que iba en dos camionetas blancas tipo pick up con estampas alusivas a los 200 años del Colegio Militar.

La versión de las organizaciones está conformada por versiones de sus integrantes y de pobladores que atestiguaron la llegada del convoy. Aseguran que el funcionario veracruzano estuvo cerca de 20 minutos en el lugar acompañando por dueño del predio Las Lajas, Felipe Moreno Gómez, quien es el interesado en desarrollar la mina de grava.

“El grupo fue guiado a la mina Las Lajas por una Frontier, la cual es identificada plenamente por la comunidad como uno de los vehículos del personal de la mina” en la cual viajaba Moreno Gómez, dijeron los testigos.

Esto sucedió el viernes alrededor de las 16:00 horas, minutos después de que el secretario de Gobierno había asistido a un evento en la carretera Xalapa-Coatepec, a la altura del libramiento de Coatepec, la zona donde em breve comenzará la segunda parte de la construcción de esa vialidad.

Ahí estuvo Cisneros Burgos con las mismas camionetas que llamaron la atención de decenas de personas más tarde, cuando cruzaron Consolapa con rumbo hacia la mina Las Lajas.

“Se pudo identificar al Secretario de Gobierno, el Lic. Erick Cisneros Burgos como la persona que acudió minutos después a la mina, en compañía de su escolta y del Sr. Moreno Gómez”.

Los pobladores que se oponen a la activación de la mina argumentan que, de llevarse a cabo, afectaría el suministro de agua de la zona norte de Coatepec al afectar al Río Suchiapa y al Manantial Las Lajas, “dos de los cuerpos de agua más importantes de nuestro municipio”.

El proyecto para echar a andar esa mina a cielo abierto -que tiene antecedentes de trámites para utilizar dinamita– causó preocupación entre diversas congregaciones donde se mantienen en resistencia.

TE PUEDE INTERESAR (VIDEO):

Erick Cisneros tuvo que haber visto varias pancartas colocadas en el lugar como protesta contra la mina cuando acudió al predio en compañía del dueño después de un acto público.  

El secretario de gobierno ya estaba enterado de que iba a una mina que está fuera de la ley: el pasado 18 de mayo el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, y el secretario de Medio Ambiente, Juan Carlos Contreras, confirmaron públicamente que ese proyecto no se llevará a cabo.

De hecho, las autoridades se dieron cuenta de que, a pesar de no tener permisos, estaban realizando trabajos relacionados a la extracción. Por ese motivo fue clausurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

El secretario de Medio Ambiente recordó que el último permiso de operación solicitado fue denegado hace 13 años. El propio gobernador dijo el pasado 18 de mayo que la mina no iba a operar. “Tampoco los va a haber (permisos)”, dijo el mandatario.

Por ese motivo, “llama la atención que el Lic. Cisneros acuda a una mina ilegal de grava, clausurada recientemente por autoridades federales, cuya puesta en marcha causaría grandes daños ambientales y dejaría sin agua potable a miles de ciudadanos coatepecanos”, dice el comunicado.

Entre las seis organizaciones hay consenso en que la visita de Cisneros podría estar relacionada a la construcción de la segunda parte del libramiento de Coatepec.

“Sabemos que próximamente dará inicio la construcción de la segunda etapa del libramiento de Coatepec, por lo que esperamos que el proceso de licitación se lleve a cabo con total pulcritud, con la participación de proveedores de materiales y servicios que actúen de forma legal”.

Las organizaciones que firman el comunicado son la Asociación de Vecinos del Río Suchiapa A.C., la Asociación Civil Manantial Las Lajas A.C., la Junta Local de Agua Potable y Saneamiento de Consolapa, Reserva Briones A.C., Consorcio de Colonos Arboledas Campestre A.C. y la Asociación de Vecinos del Río Pixquiac-Zoncuantla.

El lugar donde se encuentra la mina es parte de una región productora de agua donde hay bosque de niebla que ha sido cercada por proyectos inmobiliarios y la proliferación de monocultivos como la siembra de papa con agrotóxicos o la siembra de extensos predios con limón.

También se han suscitado intentos de invasiones por parte de grupos como la CIOAC ligados a partidos políticos.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

La fiebre del limón en Veracruz

0

Mientras Veracruz consolida su liderazgo como productor de limón en México, su expansión en forma de monocultivo se suma a otras presiones sobre el medio ambiente en la zona central de ese estado, donde abundaban el café de sombra y el bosque de niebla.

Por Rodrigo Soberanes/ Del Campo

En Jalcomulco ya no se usa el azadón, hay prisa por desmontar y la gente prefiere usar herbicida. Un campesino apicultor les ha dicho “me están matando mis abejitas” y que deberían dejarlas vivir porque ayudan a mejorar la floración de los árboles y también las cosechas.

Pero esos árboles son de limón y los mercados nacionales e internacionales están sedientos de ese cítrico. Los precios que se pagan por cada reja de 25 kilos son los que causan esas prisas de limpiar, sembrar y vender.

“Está la fiebre del limón”, dijo Óscar, un habitante de Jalcomulco. “La semana pasada empezó a 800 pesos en la mañana y luego fue sube y sube, y de las 5 hasta las 10 estuvo a mil pesos”.

Mueren las abejas, caen los árboles de mango y las matas de café, y desaparecen la maleza y los árboles de la orilla del río Los Pescados, que en época de crecidas se desborda por la orilla como no debería y se lleva suelo que no debería, creando azolves río abajo.

Veracruz es el principal productor de limón en México, por delante de Michoacán y Oaxaca. En 2022 las autoridades reportaron que un total de 748,306 toneladas fueron cosechadas en este estado ubicado en el Golfo de México.

Foto: Cortesía.

Ese número de toneladas marca un incremento del 13.7 por ciento de producción con respecto al 2021.

En ese porcentaje están las y los pequeños propietarios que han ido tumbando lo que había en sus terrenos para sembrar limón, como monocultivo y usando un coctel de cuatro agroquímicos que les garantiza la satisfacción del cliente.

El cliente es un “coyote”, es decir, un comprador que llega al pueblo con dinero en efectivo y compra todo lo que puede. De buen tamaño y verde, no amarillo porque ese vale menos. Para eso son los agroquímicos. Y en Jalcomulco da la sensación de que hay más de esas camionetas que abejas o aves.

Es un pueblo de unos 5,000 habitantes situado a 29 kilómetros de Xalapa, capital de Veracruz, en tierra caliente, a menos de 400 metros sobre el nivel del mar y a la orilla del río Los Pescados, que kilómetros abajo también es llamado río La Antigua.

El río alimenta al pueblo, que vive principalmente del turismo de aventura, y se ha hecho famoso en los últimos nueve años y medio que ha durado una intensa resistencia contra la construcción de una presa y una central hidroeléctrica del polémico grupo brasileño Odebrecht, un megaproyecto que fue aprobado durante el sexenio del ex gobernador, Javier Duarte de Ochoa.

Esa resistencia ciudadana para cuidar el río es célebre. Ya incluso hay una película sobre ella llamada Luna Negra. La empresa sudamericana ha caído en el desprestigio por diversos casos de sobornos que le han sido comprobados y Javier Duarte está en la cárcel. Parecía que las buenas noticias y la calma volvían a Jalcomulco.

Pero comenzaron a suceder otras cosas. A José Milá, guía de descensos en el río e integrante del movimiento de resistencia contra la presa, le gusta enseñarle las aves, sus nidos y sus árboles a los turistas. El monte virgen, las plantaciones de fruta de temporada (papaya, sandía mango, naranja, etc), los tucanes pico canoa y más especies de fauna como zorros, conejos, zorrillos, mapaches, víboras.

Les habla de todos los servicios ambientales que prestan esas especies y de la importancia del río que están navegando.

En los últimos años el paisaje está cambiando. Las plantaciones de limón suplantan el monte, a los árboles y avanzan hasta las barrancas de 45 grados de inclinación, empujadas por la fiebre del limón de la que habla Óscar, quien también lamenta este cambio notable en las dos orillas del río.

“La gente corta todo hasta la orilla del río para sembrar los limones. Viene la creciente y el río empieza a escarbar. Dicen ¡se salió el río! pero no, la gente le está quitando la protección. Eso está pasando en Jalcomulco y en pueblos más arriba y más abajo en la cuenca”, dijo.

Foto: Cortesía.

El crecimiento de la producción de limón no es algo reciente en Veracruz. En 2010 habían 36,257.36 hectáreas sembradas con una producción de 438,269.65 toneladas. Era la época en que las zonas citrícolas de Veracruz se ubicaban en el centro-norte y norte del estado.

A Jalcomulco llegaban noticias desde otros pueblos que están arriba de la gran barranca que ha formado el río por siglos, como Totutla y Tlaltetela, o hacia el rumbo opuesto, en Tuzamapan o Chavarrillo, donde a la gente le iba muy bien con el limón.

11 años después la superficie sembrada llegó a 1,458,245.35 hectáreas, es decir, ahora la tierra sembrada de limón es 40 veces mayor, con una producción de 1,369,502.80 toneladas. Corren tiempos en que regiones que no eran de limón, ahora comienzan a serlo.

La región de Jalcomulco es una de ellas. La fiebre del limón alcanzó ese pequeño municipio construido entre el río y barrancas.

Datos oficiales indican que el municipio tiene cerca de 2,500 hectáreas cultivadas con maíz, mango y caña de azúcar, principalmente. No hay un dato actual que indique cuánta superficie se ha cambiado al limón “No tenemos un conteo”, dice José Milán, pero “hay muchas hectáreas de limón sembradas”.

La transformación comenzó a notarse hace cinco años cuando corría la voz por el pueblo de alguien que había cosechado 40 taras de 30 kilos y las había vendido a mil 500 pesos casa una. 60 mil pesos dentro de la bolsa de un campesino, razón de sobra para que otras y otros saquen sus ahorros preparen sus predios para sembrar limón.

“Las mismas personas tiran y siembran. Requiere una inversión, no es nada fácil limpiar el terreno. Lo que están haciendo algunos es que venden un pedazo y con eso invierten para tumbar, talar e invertir”, contó Óscar.

También llegaron “limoneros” de otros pueblos a rentar las tierras a quienes no pudieran pagar la inversión inicial, que incluye la compra de agroquímicos para garantizar una producción que le interese a los coyotes que re venden el producto a las empacadoras.

“Algunos rentan sus plantaciones porque comprar agroquímicos es caro y también poner el sistema de riego. Rentan por cuatro o cinco años a gente que ya tiene otros limonales que puede invertir, es gente de Tlaltetela o Tuzamapan”, dijo el lugareño.

El movimiento ciudadano que se formó para defender el río de la construcción de una presa mira la expansión del limón con preocupación, pero con cautela, explicó Miguel Milán.

El megaproyecto brasileño era un arma de un solo filo. En cambio, la expansión del monocultivo afecta al río, lo contamina y le quita agua a través de los propios pobladores. “La gente no ha visto que se va a acabar el agua, cada vez ponen más bombas y canalitos. No es sequía, es saqueo”, dice Óscar. 

A diferencia de la presa, la amenaza contra el río es a través de una necesidad genuina de los pobladores de tener más recursos para sus familias.

“Al campesino le beneficia porque le deja dinero, pero es hasta cierto punto, cuando los precios están buenos. A una planta de limón le ponen un enraizador, luego fumigan las hierbas, luego Foley para las plagas y luego el abono. Haces un coctel de químicos que está envenenando sus tierras”, señaló Miguel.

La fiebre sube a las montañas

Hay una comunidad llamada Los Limones a 56 kilómetros de Jalcomulco. Es hacia la montaña y está a 900 de altitud, cerca de donde comienzan las faldas del Cofre de Perote. Esa comunidad es cafetalera, o lo era, porque la mitad de los productores tumbaron sus matas y sembraron árboles de limón.

“Y la comunidad se llama Los Limones pa´acabarla de joder”, dice Valente Ruiz, uno de los cafetaleros del lugar que fueron “tentados” y se cambió de cultivo. “Hace dos años llegó un proyecto de siembra de limón por parte del Estado y había créditos y pues de alguna manera me convencí”.

En su caso -dijo- supo parar a tiempo y decidió quedarse sólo con 50 árboles y dejar en pie a su finca con sus árboles de sombra.

Gabriela Guzmán, coordinadora de la organización Estudios Rurales y Asesoría Campesina A. C. (ERA) trabaja en la región y compara la pérdida de cafetales de sombra con la tala de bosques de niebla.

“El cafetal de sombra tiene la estructura de un bosque mesófilo. En los mapas sale como bosque, pero son cafetales. Es como quitar la vegetación original y desproteger el suelo”, dijo.

Valente se siente orgulloso de su decisión de dejar en pie su cafetal. Su finca es agroecológica, no utiliza un solo químico, y tiene buenos rendimientos y altos puntajes de calidad.

Es un caso aislado. Alrededor de Valente los limonares proliferan. “Viendo la situación, no me atrevería a tumbar mi finca para sembrar limón. La deforestación va en aumento cada día, está habiendo mucha deforestación. Le estamos haciendo honor al nombre (Los Limones)”.

Gabriela Guzmán opina que la expansión del monocultivo “es muy grave porque todo el conocimiento tradicional de la gente que sabe cultivar el café y la milpa, se está perdiendo por otros cultivos que están dañando”.

Jalcomulco y Cosautlán están en un corredor biológico que une el Cofre de Perote, una montaña de 4,282 metros sobre el nivel del mar, con el volcán Pico de Orizaba, la montaña más alta de México, que sobrepasa los 5,600 de altitud.

Son 50 kilómetros entre una montaña y otra de cañadas, ríos, bosques templados y mesófilos, y cafetales.

“No es diversidad aislada: una característica muy, muy importante es que hay un corredor biológico con el Cofre de Perote. Se junta esta masa forestal y a través de las cañadas ha conectividad incluso con el mar”, dijo Álvarez Oceguera, director del Parque Nacional Pico de Orizaba.

Y es corredor, donde están Los Limones, Cosautlán y Jalcomulco (en la parte baja) catalogado como el mayor macizo montañoso de México por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). La dependencia considera la región se considera como prioritaria “por considerarse el contacto entre las zonas tropicales húmedas del este, templadas al norte y semiáridas al oeste” del país.

Dentro de esa región tan valorada desde el punto de vista ambiental están Óscar y Miguel que ya no ven las aves y los árboles que siempre vieron, y el señor al que le matan sus abejas. Y Valente con sus compañeros de Los Limones que han notado cómo sus tierras reciben menos humedad cada año.

Su referencia es el “chipi chipi” (así le llaman a la lluvia ligera y constante en la región) que ya no está, a excepción de raras ocasiones. “Los campesinos saben (que el clima está cambiando), no saben cuánto tiempo más van a poder sembrar café y mejor se pasan al limón”, dijo Gabriela Gómez.

El chipi chipi es cada vez más difícil de encontrar en ese corredor. Se le ha visto -cuenta Valente- en zonas más altas, como el municipio de Ixhuacán de Los Reyes, que está a 1,200 metros de altitud, cerca de los límites con Puebla.

También se ha visto que están brotando por doquier las huertas de aguacate justo en ese municipio, y muy cerca, en Xico y Coatepec pasa lo mismo con las plantaciones de papa, que antes se sembraban en alta montaña y ahora, con la fuerza de los agroquímicos, la están adaptando a zonas de café de sombra y bosque.

“Por abajo nos llega el limón y por arriba el aguacate has que viene arrasando de arriba hacia abajo”, dijo Valente Ruíz.

Y está el café robusta plantado como monocultivo bajo el sol para que la Nestlé haga Nescafé, y la caña de azúcar, y la ganadería. Es una región bajo intensa presión, según Ciro Ruiz, presidente del Consejo Regional del Café en Coatepec.

“En la zona centro de Veracruz, los municipios cafetaleros se están cambiando a monocultivos. La papa y el aguacate son ataques desde la parte alta. La afectación es múltiple. Ya también están sembrando limón en Naolinco y Actopan. Cuitláhuac, Chavarrillo y Martínez de la Torre. Ahora hay empacadoras pequeñas diseminadas y clasificadoras que trasladan a esos cuatro centros más grandes”, dijo el especialista.

“Es un problema de muchos desequilibrios que hay y la gente se va a lo práctico, al dinero aparentemente fácil”, agregó.

Es una zona donde es más fácil encontrar una camioneta de un coyote que un apiario, más fácil hallar un bulto de herbicida que un azadón.

Foto: cortesía.

*Este artículo fue publicado originalmente en Del Campo y La Marea lo reproduce con su autorización.

Chiapas: pobladores recorren 50 kilómetros entre montañas para ponerse a salvo de los cárteles

0

La expresión más violenta de esta guerra entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación es el reclutamiento forzado y el secuestro y desaparición de personas. De 2022 a la fecha hay 59 denuncias penales, según las fichas de búsqueda de la Fiscalía de Justicia

Texto: Ángeles Mariscal / Chiapas Paralelo

Fotos: Especial

CHIAPAS.- La mañana del viernes 26 de mayo, pobladores de la zona fronteriza de Chiapas y Guatemala vieron que no solo no paraban los enfrentamientos entre grupos rivales de la delincuencia organizada que se disputan el control de la zona, sino que se estaban llevando a sus jóvenes para obligarlos a participar.

Desde días antes las detonaciones constantes llegaban a sus hogares localizados en al menos una docena de comunidades rurales del municipio Frontera Comalapa, y se extendieron hacia Mazapa de Madero y Chicomuselo, todos colindantes con la frontera con Guatemala.

En un primer momento se encerraron en sus hogares, como lo han hecho en ocasiones anteriores desde que en julio de 2021, los carteles de la droga -que ahora se sabe por las amenazas directas, mensajes y pintas que van dejando, son el Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del Sinaloa- iniciaron confrontaciones armadas.

Algunos pobladores tomaron de manera tímida imágenes que permiten ver el poderío de los grupos criminales, se trata de camionetas adaptadas con placas de metal para crear un caparazón desde cuyo interior instalaron metralletas y artefactos explosivos que van lanzando. Para completar el remedo de los tanques de guerra, las camionetas están pintadas de color verde olivo.

Por las calles y terracerías de la zona fronteriza estos vehículos se han ido persiguiendo, mientras se escuchan ráfagas constantes, explosiones, y en las principales vías de comunicación, queman vehículos que colocan como retenes.

“Yo no sé si son de un grupo o de otro, de una comunidad o de otra”, comentó mediante un mensaje, uno de los pobladores que a través de esta vía pidió ayuda a reporteros para dar a conocer lo que está pasando.

“Por favor, yo no sé si usted podría avisar al ejército que vengan, porque en las comunidades Candelaria y Lajerío se llevaron a los muchachos, los sacaron de sus casas y los tienen en una bodega donde les están obligando a agarrar armas”, explicó otro habitante de la zona.

En el último mensaje, que alcanzó a enviar el viernes al amanecer, dijo que habían decidido abandonar sus hogares.

En una imagen que también enviaron por mensaje, se ve un cuerpo tirado en el camino que comunica hacia el municipio de Comitán. Se trata de un hombre que está al lado de una motocicleta. Explican que el cuerpo tiene más de un día tirado en el lugar, pero que nadie se atreve a salir a recogerlo.

“No podemos salir, no hay alimento suficiente“

Durante el viernes apenas amaneció, echaron en bolsas de plástico, mochilas o morraletas, algunas de sus pertenencias; los que tenían algún caballo subieron a sus hijos y personas de la tercera edad, y empezaron el camino hacia comunidades que creen pueden ser más seguras.

Para llegar a las comunidades a buscar refugio cruzaron un río y durante más de 8 horas caminaron entre matorrales y montañas, evitando los caminos principales donde pueden encontrarse con integrantes de los cárteles.

Este sábado por la mañana, un poblador de una comunidad que pide no se diga cuál es, mediante mensaje telefónico avisó a organizaciones de la sociedad civil que a este lugar llegaron alrededor de 350 personas.

Son cientos de personas que han llegado a refugiarse, son familias enteras, niños y niñas, personas mayores y mujeres dentro de ellas muchas embarazadas, algunos enfermos, buscando dónde salvaguardarse de la violencia. La población civil consciente de (nombre de la comunidad) se ha organizado para brindarles alimentos y hospedaje, pero en este momento temen por sus vidas al estar brindado este tipo de ayuda”, explica.

El temor ahora es que a la comunidad de refugio lleguen los integrantes de los grupos criminales a masacrarlos o a llevarse a los jóvenes para obligarlos a participar en los enfrentamientos.

“Toda esta gente son personas que nada tiene que ver con el conflicto, gente inocente que solo está buscando salvar su vida en medio de la balacera (…) La mayoría son personas que vienen huyendo de las localidades de Nueva independencia conocida como Lajerío, Nueva Libertad, 24 de Febrero”, explica.

A pesar de que el gobierno del estado tiene conocimiento de estos hechos, hasta ahora no ha llegado ningún tipo de ayuda por parte del gobierno para estas personas que se encuentran refugiadas y que muchas de ellas requieren atención. De igual manera reportan que en otras localidades se encuentra brindando ayuda a la gente refugiada desplazada de sus comunidades”.

“Insisto, la preocupación de quienes están brindando ayuda (es que) temen que sean agredidos por estar ayudando a la gente refugiada que nada tiene que ver con el conflicto entre ambos grupos”, insiste, y pide que su mensaje llegue a las autoridades para que intervengan y detengan la violencia.

“No podemos salir, no hay alimento suficiente. Por su medio pida, por favor, que lleguen los gobiernos porque acá pueden venir a matarnos a todos”, explica por su parte un habitante de la cabecera municipal de Frontera Comalapa.

-¿Hay presencia del Ejército mexicano?- pregunto a distintas personas que mandan mensajes.

La respuesta en todas las ocasiones ha sido que no, que los policías municipales se escondieron, que el gobierno de Chiapas no ha respondido a sus llamadas, y que “los del Ejército no han venido”.

En septiembre de 2022 la población de Frontera Comalapa se manifestó para exigir la localización de Rolando Rodríguez, Comisariado ejidal del poblado Sinaloa. A la fecha las autoridades no han dado respuesta. Foto: Comunidad.

Secuestros y desapariciones

El 27 de abril pasado, en el ejido Sinaloa del municipio Frontera Comalapa, el agente ejidal Roberto Gómez Hernández y sus hijos Aric Adonai Gómez Cruz y Josefa Gómez Cruz, fueron secuestrados por un grupo de personas armadas, a quienes la población del lugar identifica como integrantes de uno de los cárteles de droga.

En este poblado de menos de mil habitantes han sido secuestradas y luego desaparecidas nueve personas, tres de ellos autoridades de la comunidad. Todo de septiembre de 2022 a la fecha, y todo por oponerse a que personas vinculadas con grupos del crimen organizado se asienten en la región, les quiten sus tierras y los recluten de manera forzada.

El primero fue Rolando Rodríguez Molares, comisariado ejidal, secuestrado y luego desaparecido. Siguieron Roberto Jiménez Hernández y luego Candelaria Hernández López. De las otras tres personas desaparecidas las familias no quisieron levantar denuncia penal porque tras ello venía su asesinato o su exilio, según narran familiares de los desaparecidos.

Pero en tres casos las familias sí iniciaron denuncias penales ante la Fiscalía de Justicia del estado de Chiapas; ninguna de ellas ha prosperado, ni porque la familia de uno de los desaparecidos acudió a la ciudad de México y logró hablar con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El presidente remitió a la familia con la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Isela Rodríguez, quien a su vez -según explicaron a la familia- pidió la carpeta de investigación a la Fiscalía de Justicia del estado de Chiapas y pidió se agilizara la investigación. Después de eso vino el silencio y nunca más de se comunicaron.

Los pobladores de este lugar saben quién es el autor intelectual de los secuestros, y también saben que gozan de impunidad, porque a solo 300 metros del poblado está un cuartel del Ejército Mexicano.

Este señor participa en charreadas y es custodiado por militares (…) nosotros en el ejido vivimos como un Apocalipsis donde todo se va destruyendo, donde no sabemos que hacer“.

Quienes tienen familiares en otro lugar se han ido, pero quienes no tienen donde huir se tienen que quedar y estar a expensas de lo que el Cártel diga”, explica una de las personas afectadas.

Carteles de Sinaloa y Jalisco disputan el control de la zona

Lo que sucede en el ejido Sinaloa es solo la punta del iceberg de la situación que viven los municipios ubicados en la frontera entre Chiapas y Guatemala, donde, desde mediados de 2021 el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se confrontaron por la disputan del control de esta zona.

La expresión más violenta de esta guerra entre cárteles es el reclutamiento forzado y el secuestro y desaparición de personas. Para este reportaje se hizo un recuento del número de personas que siguen desaparecidas en la región, de 2022 a la fecha hay 63 casos, y de estos en 59 los familiares hicieron las denuncias penales, según las fichas de búsqueda de la Fiscalía de Justicia.

De acuerdo a los datos de esta dependencia, en el municipio de Comitán hay 20 personas desaparecidas, en La Trinitaria 13, en Amatenango de la Frontera 5, en Chicomuselo una, y en Frontera Comalapa 24 desparecidos.

En dos de los casos se trata de mujeres, Josefa Gómez y Karla Johana Soto Ramírez de 30 años. Otro dato que destaca es que en 11 de los casos las personas desaparecidas son autoridades ejidales, y la edad promedio es de 33 años. En febrero de este año también desaparecieron en la carretera que va de La Trinitaria a Frontera Comalapa, los guatemaltecos Luis Alfredo Salmerón, Menfis Walberto Andrino Marroquín y Cesar Aroldo Castellanos; habían cruzado la frontera para comprar mercancía y no se les volvió a ver.

La que violencia fue creciendo

Además de las 59 denuncias por desaparición forzada relacionada con la presencia de grupos del crimen organizado, la Fiscalía de Chiapas tiene al menos una docena más por homicidios cometidos en los caminos que comunican las comunidades de la zona fronteriza y por enfrentamientos que afectan a la población.

El nivel de violencia ha ido creciendo. En enero de 2022, a través de redes sociales, la misma población empezó a advertir de la presencia de retenes y asesinatos cometidos por grupos de personas que portan uniformes tipo militar y portan armas de grueso calibre, particularmente en la carretera que comunica Frontera Comalapa con la Trinitaria,

Es mucho el riesgo por las constantes balaceras y retenes que ponen los grupos armados (…) no pasen por la noche ni muy de mañana porque hay levantones y asesinatos que nadie investiga. Tanto en Comalapa como en La Trinitaria, no hay Guardia Nacional ni militares, mucho menos autoridad municipal que pueda cuidar nuestra seguridad”, señalan alertas que coloca la población de la zona.

Incluso, el 15 de enero de este año habitantes de Frontera Comalapa publicaron un video donde supuestos pobladores vinculados a uno de los Cárteles, desalojan del municipio una base de la Guardia Nacional ubicada en San Gregorio Chamic, y corren a los uniformados e hirieron a uno.

La población de la zona se ha ido armado de valor para denunciar los hechos, incluso los habitantes del ejido Nueva Libertad se manifestaron en la capital de Chiapas en marzo pasado, para denunciar la situación que están viviendo.

Antes, en abril de 2022, el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) suspendió el proceso electoral extraordinario que se iba a celebrar en Frontera Comalapa y Honduras de la Sierra, por la “falta de condiciones de seguridad”.

Es decir, desde hace al menos dos años las fiscalías de Justicia estatal y federal tienen en su poder denuncias penales que le permitirían solicitar al Poder Judicial acciones a los cuerpos de seguridad del Estado, para proteger a la población.

Esto no ha sucedido y desde el pasado miércoles, la violencia en la zona detonó con mayor estruendo cuando integrantes de los dos cárteles se volvieron a confrontar a su paso se llevaron de manera forzada a al menos una decena de jóvenes a los que, según sus familiares, los están obligando a participar en su disputa, lo que también ha provocado que familias estén tratando de huir en medio de los disparos.

https://twitter.com/ChiapasParalelo/status/1662288095906000899? https://twitter.com/ChiapasParalelo/status/1662288095906000899?


Localidades atrapadas

En la localidad de El Jocote existe un destacamento del Ejército Mexicano; en el tramo carretero Paso Hondo – Frontera Comalapa está uno más de la Guardia Nacional; y en el municipio de Chicomuselo está el cuartel más grande del Ejército mexicano en Chiapas; frente a estos lugares ubicados en la zona fronteriza de Chiapas con Guatemala, durante los últimos cinco días, integrantes de los cárteles de la droga han transitado a bordo de camionetas artilladas, en el marco de los enfrentamientos que sostienen grupos rivales que han dejado un saldo de reclutamiento forzado de hombres y el asesinato de habitantes de la zona.

Lo anterior ha sido denunciado por la población atrapada en las localidades afectadas, por lo que organizaciones defensoras de derechos humanos, la Sección 40 del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), habitantes de barrios, ejidos, autoridades comunitarias y pueblos de la región, exigieron al gobierno mexicano aplique medidas para garantizar la vida, la seguridad e integridad física, psicológica y emocional de las y los habitantes de los municipios de Frontera Comalapa, Amatenango de la Frontera, Chicomuselo y La Trinitaria.

Imposible el acceso

Acceder a la zona donde desde el 25 de marzo grupos rivales del crimen organizado mantienen enfrentamientos por el control de la zona -algunos pobladores refieren que desde el 22- ha sido imposible, porque convoyes de personas armadas a bordo de camionetas y vehículos artillados que ellos mismos llaman “mounstros”, recorren la región.

Un número indeterminado de pobladores han abandonado sus hogares porque en el marco de la disputa entre cárteles han secuestrado a hombres de las localidades para obligarlos a participar en los enfrentamientos; tampoco hay certeza de a cuántas personas han asesinadas en estos días, aunque testimonios refieren que hay varios jóvenes y mujeres en esa situación.

Escenarios de guerra

Este domingo, habitantes de la región fronteriza enviaron un comunicado a través de organizaciones humanitarias, donde refieren que los grupos armados están usando drones con explosivos y armas de alto calibre.

El Centro de Derechos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) informó que de acuerdo a personas que han solicitado ayuda, este domingo siguen los desplazamientos forzados y pobladores continúan buscando albergues provisionales; “otros llevan días refugiándose en los montes o algún lugar seguro”.

“También nos informan que muchas familias permanecen en sus casas sin poder salir, están encerradas por el terror extremo que están viviendo”, situación que considera el Frayba son escenarios de guerra que se ha prolongado durante meses en esta región.

La Red Todos los Derechos para Todos y Todas también señaló en un comunicado que la población en la zona ha vivido robos, extorsiones, levantamiento de puestos de comercio, secuestros, desapariciones forzadas, reclutamiento forzado, amenazas de muerte, desplazamiento forzado, feminicidios y asesinatos.

En este contexto, maestros de Sección 40 del SNTE exigieron a los distintos niveles de gobierno que garantice las condiciones para salvaguardar la seguridad de todos los maestros, alumnos y de la población.

Las organizaciones defensoras de derechos humanos, por su parte, exigieron al Estado mexicano y las autoridades correspondientes que intervengan de manera urgente para frenar la violencia y el terror que se viven en la región fronteriza de Chiapas.

Detallaron el número de destacamentos militares que hay en la región, y que no han intervenido aún cuando los grupos armados pasan frente a sus cuarteles.

“Hacemos responsable al Estado mexicano de las consecuencias que se están presentando por su omisión”, advirtieron.

El arte de simular contratos en el Poder Judicial de Veracruz

0

Una investigación de CONNECTAS, AVC Noticias y Proceso revela que de 2016 a 2019, los tres años en que el magistrado Edel Álvarez Peña estuvo al frente, el Consejo de la Judicatura de Veracruz entregó contratos que suman más de 350 millones de pesos en favor de 20 empresas –algunas de ellas fantasma– con sospechosos socios, apoderados y direcciones comunes en Ciudad de México, Guerrero, Jalisco y Quintana Roo. Aunque desde 2017 la Contraloría General del Poder Judicial y el Órgano de Fiscalización del Estado detectaron irregularidades, a la fecha no hay sanciones ni investigaciones contra los probables involucrados.

Por Flavia Morales

XALAPA, Ver.– Edel Álvarez Peña tomó protesta como magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz el 1 de diciembre de 2016. Apenas 46 días después entregó cuatro contratos a un sospechoso grupo de empresas. Pero sólo fue el comienzo. Álvarez, quien ha transitado del PRI a simpatizante de Morena, siguió el mismo esquema durante los siguientes tres años de su mandato.

Una investigación de CONNECTAS, AVC Noticias y Proceso revela que el Consejo de la Judicatura que él presidía entregó contratos que suman más de 350 millones de pesos a un grupo de 20 empresas vinculadas entre sí por socios y direcciones, algunas fantasma. Formadas a 900 kilómetros de distancia, se les pagó por tareas tan básicas como cortar el césped o limpiar vidrios.

Dos de esas empresas fueron declaradas fantasma por el Sistema de Administración Tributaria (SAT), por no tener empleados ni activos ni fijos. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) investiga a cuatro socios de esas firmas por otros casos de corrupción en México, como la llamada Estafa Maestra.

Mientras el Poder Judicial de Veracruz proclamaba un discurso de austeridad, en las entrañas de la administración se entregaron cifras millonarias a compañías creadas entre 2015 y 2017 e inscritas por los mismos notarios, relacionadas por socios, apoderados legales y domicilios comunes en Quintana Roo, Jalisco, Guerrero y Ciudad de México. 

Ingeniería financiera

Para burlar la ley de adquisiciones de Veracruz, el área administrativa del Poder Judicial, entonces encabezada por Humberto Rodríguez Losilla, fragmentó los contratos: hizo adjudicaciones directas e invitaciones restringidas desde 20 mil pesos hasta dos millones de pesos. Así hasta pagar más de 690 facturas. 

Los recursos se pagaron con el capítulo 3000 de la partida de servicios generales, una partida que, en 2016, antes de la llegada de Álvarez Peña, apenas alcanzaba un presupuesto de 100 millones de pesos y que creció hasta 600 millones al cierre de su administración. 

También se usó una excepción en la ley orgánica del Poder Judicial que señala que se podrá adjudicar de manera directa un contrato cuando se trate de servicios de mantenimiento, conservación, restauración y reparación de bienes en los que sea imposible precisar su alcance y las cantidades de trabajo. 

El mecanismo fue dividir el dinero en pequeños contratos casi indetectables y difíciles de verificar en su cumplimiento para tareas diversas, como impermeabilizar, verificar alumbrado, desazolvar drenaje, evaluar la estructura de los juzgados, evaluar el sistema de audio; o tareas de mantenimiento, como limpiar cristales, drenaje y cisternas, entre otras actividades.

Esta investigación constató que, pese a que desde 2017 las auditorías de la Contraloría General del Poder Judicial y del Órgano de Fiscalización del Estado detectaron irregularidades en los contratos y entre los proveedores, poco se hizo para investigar la situación. A la fecha, no hay sanción ni investigación en curso contra exfuncionarios del Poder Judicial ni tampoco contra las empresas por esos negocios. 

Además de simular contratos con el Poder Judicial, los tentáculos de estas empresas se extendieron a otras dependencias en 2018, como el Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, que entonces era presidido por Juan Pablo Álvarez Delong, hijo del magistrado Edel Álvarez Peña; o la Secretaría de Educación de Veracruz, a cargo entonces de Enrique Pérez Rodríguez –cercano al exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares– y quien también estuvo implicado en la estafa educativa veracruzana

La telaraña de estas empresas cruza Veracruz y otros diez estados del país, en los que también obtuvieron contratos en varias dependencias de gobierno, incluso en la Secretaría de la Defensa Nacional. 

En la justicia veracruzana las licitaciones y adjudicaciones eran controladas por el director administrativo y representante legal del Poder Judicial, Humberto Rodríguez Losilla, y por Jesús Obeso Martínez, quien era el subdirector de recursos materiales. Juntos formaban parte clave del comité de licitación. 

Actualmente ambos exfuncionarios figuran como socios y apoderados legales en dos de las empresas vinculadas al exmagistrado Edel Álvarez Peña y su familia. 

Para esta investigación se buscó vía telefónica al magistrado en retiro Edel Álvarez Peña, pero no se obtuvo respuesta. También se enviaron solicitudes de entrevista y cuestionarios a exfuncionarios mencionados en esta investigación, pero tampoco respondieron.

La actual magistrada presidenta del Poder Judicial de Veracruz, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, respondió vía su oficina de comunicación que por el momento no estaba otorgando entrevistas a medios de comunicación.

Magistrado en retiro Edel Álvarez Peña. Foto/ AVC Noticias.

Político camaleónico 

Edel Álvarez Peña, ahora magistrado en retiro, es un político camaleónico que, en su tránsito por la función pública, y pese a los cambios de corriente política en el gobierno, ha logrado saltar por varios cargos, uno de ellos fue el de presidente del PRI en Veracruz.

Dueño de varios medios de comunicación en el sureste veracruzano, fue director del Registro Público de la Propiedad y del Archivo General de Notarías durante el gobierno estatal de Fidel Herrera, del PRI.

El exgobernador Javier Duarte –ahora preso por delincuencia organizada– lo nombró magistrado por un periodo de 10 años. 

Mientras era magistrado del Poder Judicial, en 2013 resolvió otorgar la libertad a Jorge Antonio Hernández Silva, El Silva, señalado como uno de los presuntos responsables del homicidio de la periodista de Proceso Regina Martínez. Posteriormente ese fallo sería revocado por un amparo instrumentado por el entonces fiscal Ángel Bravo, por lo que El Silva fue reaprehendido y encarcelado.

El nombramiento de Álvarez Peña como presidente del máximo tribunal de justicia de Veracruz coincidió con la llegada de uno de sus viejos amigos al poder, el ahora panista Miguel Ángel Yunes Linares.

En 2017, cuando el Poder Judicial parecía estar en plena bonanza y modernización, anunció la construcción de 21 ciudades judiciales para mejorar los servicios en los juzgados, evitar el arrendamiento de espacios y brindar un entorno más digno y eficiente para la procuración de justicia.

El contrato para construir esos espacios, por cinco mil 916 millones de pesos, se entregó a un consorcio encabezado por la familia Ruiz Anitúa, que entre 2008 y 2014 creó al menos siete empresas offshore en Panamá, en paraísos fiscales, por medio del polémico despacho Mossack Fonseca, el centro de los Panama Papers.

Las posteriores auditorías de la Contraloría General revelarían irregularidades en los contratos de terrenos, falta de expedientes técnicos, fallas en los registros contables y opacidad en los estados financieros. 

Sólo alcanzó a construir 10 ciudades judiciales, las restantes fueron canceladas debido al grave déficit financiero. 

Aunque tenía la posibilidad de reelegirse por tres años más, declinó y cedió el paso a la magistrada Sofia Martínez, por un periodo de tres años. Mujer cercana a la llamada 4T, la magistrada no pudo terminar su periodo y ocho meses después fue destituida. 

Martínez denunció entonces que su cese se debió a dos motivos: la negativa de pagar cobros irregulares a la empresa que construía las ciudades judiciales y la realización de auditorías a la administración de Edel Álvarez. 

La magistrada denunció públicamente, el 3 de diciembre de 2020, que unas horas después de ser elegida en el cargo fue llamada a la oficina del gobernador Cuitláhuac García, quien se encontraba con el secretario de Gobierno Eric Cisneros. Según la magistrada, García le dijo lo siguiente: 

“Es importante que tenga conocimiento de que el secretario de Gobierno tuvo que realizar acuerdos con el anterior presidente (Edel Álvarez) y dentro de esos acuerdos quedamos en que no se haría una cacería de brujas, por lo cual todo aquello que tenga que ver con la anterior administración, lo tendrá que ver con el ingeniero Cisneros.”

En su momento el secretario de Gobierno negó esas acusaciones. “No tenemos ninguna injerencia en las decisiones del Poder Judicial”, aseveró.

Después llegó al cargo la magistrada Isabel Romero para el periodo 2020-2022, y tras concluir su periodo le sucedió Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, quien tomó protesta en diciembre de 2022. 

Dos años después de la salida de Edel Álvarez, tras la pandemia de covid-19, el Poder Judicial anunció que había caído en la peor crisis económica de su historia, con un déficit presupuestal de 500 millones de pesos (27 millones de dólares). 

Fueron cerrados 29 juzgados, se canceló la construcción de 10 de 21 ciudades judiciales y se pidió una ampliación presupuestal para pagar salarios y mantener la operatividad.

Esa crisis estaba muy lejos de la prosperidad que vivió Edel Álvarez apenas 24 meses antes, cuando la cadena de empresas vinculadas entre sí facturó servicios al Poder Judicial por más de 18 millones de dólares. 

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Red de 28 empresas recibió mil 900 mdp de Veracruz; a 6 años del hallazgo de posibles desvíos, las sanciones están estancadas

Telaraña empresarial 

De las 20 empresas revisadas en esta investigación, 13 se crearon mientras Álvarez Peña era magistrado. Nueve de ellas quedaron disueltas después de hacer contratos con el Poder Judicial. En 2019 algunas fueron liquidadas o cerradas por cambios de domicilio, según consta en las actas del Registro Público de Comercio.

Las empresas creadas mientras Edel ya era magistrado fueron: Proveedora OX, Maracaibo, Aquacaribe, Unimontaño, Itzaes, Gran Groma, Globaltec, Garanuk, Praka Pacifico, todas de 2017; y en 2018, Eiram, Lemre de la Costa, RJ diseño y People Lear Word. 

A esta red se suman: Faundón, Indigo Asistence, Prime Latino, Diamante Innovadora, Operadora de Comercio, Golfo LTD y Balamku, creadas anteriormente. 

Para esta investigación se visitaron los domicilios que esas empresas registraron en el padrón de proveedores del Poder Judicial en Jalisco y Quintana Roo, pero para dar con ellas se requiere atravesar un laberinto.

En la actualidad ninguna se encuentra en el domicilio inicialmente registrado. En algunos casos éste no existía, en otros nunca operaron ahí o las oficinas fueron desmanteladas. Se encontró que siete empresas comparten domicilio, pero en el lugar las desconocen, otras se encuentran en casas particulares donde tampoco las reconocen, o en centros de negocios de empresas virtuales; algunas más sólo fueron desmanteladas. 

En tres años, el Poder Judicial pagó más de 100 facturas por 44 millones de pesos a la empresa Indigo Asistence y Faundón. Y no hay pruebas de la ejecución de los trabajos de ninguno de los servicios pagados, según determinó una auditoría del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Los reportes de 2019 y 2020 del mismo organismo revelan que ambas empresas son simuladoras de operaciones, no tienen activos fijos, empleados o domicilio oficial. 

Aunque Faundón era una empresa inexistente, el magistrado Edel Álvarez la había contratado un año antes, en 2018, para practicar una auditoría financiera a los recursos del Poder Judicial, labor por la que pagó 754 mil pesos, según consta en una factura. 

Indigo Asistence y Faundón fueron creadas en mayo de 2015 en Isla Mujeres, Quintana Roo, por socios que iban de paso y cuyos domicilios físicos se ubican en el estado de Jalisco. Están conectadas vía 16 apoderados legales comunes. Son la punta del iceberg de una cadena de complicidades. 

Por ejemplo: Además de compartir socios, Indigo Asistence registró el mismo domicilio fiscal de Maracaibo y Balamku (otras empresas acreedoras de contratos con el Poder Judicial veracruzano que cobraron 50.1 millones de pesos), en un edificio de la Ciudad de México donde no ubican su existencia en el directorio. 

Faundón comparte socios con el resto de las 19 empresas investigadas en este reportaje. Una llamativa práctica en esta red es que cada dos meses esas empresas hacían revocación de socios y nuevos nombramientos, cambios de domicilio según el contrato en turno y cambios en el objeto de la sociedad. Así, los miembros rotaban entre las sociedades. 

Además, algunas de estas compañías fueron creadas el mismo día. En sus actas constitutivas enumeran cientos de actividades comerciales que van desde siembra hasta exportación, sector inmobiliario y créditos, entre otros, pero ninguna estaba especializada en los servicios que prestó al Poder Judicial. 

Algunas de las características de los socios y apoderados es que son personas menores de 40 años que registraron domicilios en colonias populares.

Socios misteriosos

Muy lejos del azul turquesa del mar caribe de Cancún y de los lujosos complejos hoteleros e inmobiliarios de la ciudad se encuentra una franja de colonias populares donde se ubican los domicilios de Javier de Jesús Cetina Luna y Heidi Adriana Guadalupe Colli Xool, socios apoderados legales de 15 empresas que facturaron 252 millones de pesos (13.8 millones de dólares) al Poder Judicial en Veracruz.

Javier de Jesús parece ser un prodigio de los negocios. Apenas cumplió 31 años y entre 2015 y 2018 se convirtió en socio apoderado legal de varias empresas, no sólo en Cancún, también en Jalisco. 

El domicilio que registró en las actas constitutivas dista mucho de la bonanza de sus contratos. Es una pequeña lavandería en la avenida Rancho Viejo registrada con el nombre de “Agua Azul”. Al lado está la casa familiar. La empleada dice conocer a Javier, pero informa que sólo llega los sábados a visitar a su madre, y asegura que no sabe dónde trabaja ni dónde vive.

Javier de Jesús Cetina, socio de 15 de las empresas que recibieron contratos por 252 millones de pesos (13.8 millones de dólares) del Poder Judicial en Veracruz, registró como domicilio una lavandería en una colonia popular de Cancún, Quintana Roo.

Heidi Adriana Guadalupe Colli Xool es socia de Javier en dos empresas. Para llegar a su casa hay que atravesar varios kilómetros del fraccionamiento Villas Otoch, una hilera de miles de casas habitación en una de las zonas más inseguras del próspero Cancún. 

Los vecinos de la calle Tules reconocen a Heidi, quien ahora está desempleada y aparece como militante en el padrón del PRI de Quintana Roo. Su casa, que tiene al frente techo de lámina, luce descuidada. Tampoco parece ser la empresaria de dos empresas que facturaron más de 60 millones de pesos al Poder Judicial de Veracruz. 

-Heidi Adriana Guadalupe Colli Xool socia en dos empresas que vendieron servicios al Poder Judicial  por  60 millones de pesos (3.3 millones de dólares), registró como su domicilio una casa en el fraccionamiento Villas Otoch, uno de los más inseguros en Cancún, Quintana Roo.

Entre 2017 y 2020, al menos cuatro auditorías detectaron irregularidades en la entrega de contratos porque no se encontró evidencia de que los proveedores hubieran proporcionado los servicios y se presumía la práctica de operaciones inexistentes y/o simuladas. 

Los auditores advirtieron la probable comisión de actos ilícitos por parte de los exservidores públicos; sin embargo, no hubo denuncias contra exfuncionarios, no hay abiertas investigaciones sobre el tema ni se investigaron otros contratos. 

La corrupción del Poder Judicial de Veracruz en siete pasos.

*Ilustraciones de Brunof

*Investigación realizada para CONNECTAS, con apoyo del International Center for Journalists (ICFJ), en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas.

Adiós a Mario Vergara, el incansable buscador de «tesoros»

0

El 18 de mayo murió Mario Vergara Hernández, uno de los fundadores del colectivo Los Otros Desaparecidos, que en 2014 inauguró la búsqueda masiva en fosas clandestinas. Trataba de encontrar a su hermano Tomás, desaparecido hace once años. Así fue despedido en Huitzuco y en la Ciudad de México.

Texto: Eliana Gilet

Fotos: Ernesto Álvarez

Huitzuco, Guerrero.- Había tanta gente reunida para despedir a Mario Vergara que ya no cabía en la iglesia. En el centro del pasillo central, cerca del altar donde el sacerdote oficiaba la misa, descansaba el féretro celeste, con un retrato suyo usando la pañoleta roja que se ataba a la cabeza para caminar por los cerros. Alguien colocó también su resortera, una pala y una varilla usada para confirmar la presencia de fosas clandestinas y que simboliza la búsqueda de las familias rastreadoras en México. 

Tomás Vergara Hernández, el hermano de Mario, fue secuestrado el 5 de julio de 2012 mientras trabajaba como taxista en este mismo pueblo guerrerense, Huitzuco de los Figueroa. Con su desaparición, las vidas de Mario, su hermana Mayra y su madre comenzaron a girar en torno a su búsqueda. La familia fue pionera en romper el miedo y organizarse, junto a otras, para dejar de esperar que la autoridad saliera a buscar en el campo los restos de sus seres queridos ausentes y hacerlo ellas mismas.

Mario Vergara, durante una búsqueda de restos en el predio La Gallera, el 19 de febrero de 2020 en Poza Rica, Veracruz. Cuando encontraba un hueso, rezaba un padre nuestro y pedía por la pronta identificación de la persona.

Durante los once años que pasaron desde la desaparición de su hermano, Mario se convirtió en un puntal de los familiares en búsqueda, un hombre que supo enseñar a ubicar fosas clandestinas, y brindar apoyo a quienes requerían de su ayuda, de cualquier lugar del país, especialmente en su comunidad. Por eso, la Iglesia de Santiago Apóstol estaba llena de gente llegada de todo México. Más aún por lo prematuro de su muerte, antes de cumplir 49 años, tras sufrir un accidente la tarde del jueves 18 de mayo en la recicladora de materiales que la familia abrió para poder financiar, precisamente, las tareas de búsqueda.

Antes de bendecir el cuerpo, el sacerdote brindó la palabra a María Herrera, madre de cuatro hijos desaparecidos, y una presencia fundamental en las brigadas nacionales de búsqueda, en las que Mario ejerció su maestría. 

Doña Mary, como le llaman las familias de cariño, explicó lo difícil que era para ella estar ahí, frente a esta muerte, tomando la palabra por la gran familia de buscadores que no hallaba consuelo, comprometiéndose a seguir buscando a Tomás y a las más de ciento once mil personas que han sido desaparecidas en el país. 

Con la potencia en la voz que da el cariño dijo: “Mario, dejaste una gran familia aquí presente, sufriendo tu ausencia. Pero sabiendo que el Señor, en su infinita misericordia, te recibió con los brazos abiertos, porque llevaste a muchos hogares la felicidad de tener estos restos que tanto anhelamos, que llamamos ‘tesoros’. Yo sé que, desde allá, vas a seguir ayudándonos y te ruego que en un sueño nos digas dónde están nuestros hijos. Quedamos miles y miles de madres con este dolor, pero sabemos que tenemos un aliado más, sabemos que tú, como buen buscador, seguirás a nuestro lado. Mario, jamás te olvidaremos”.

La información como motor

Cuando se confirmó la noticia de su muerte, los principales medios de comunicación titularon que había fallecido el buscador que, apenas dos días antes, ubicó el cuerpo de Lesly Martínez, una mujer de 30 años, originaria de la Ciudad de México, que estuvo desaparecida desde el 30 de abril hasta que Mario halló su cuerpo en Guerrero.

El 16 de mayo, pasado el mediodía, había recibido información de una persona anónima que le contó sobre un cadáver abandonado en una brecha junto a la Autopista del Sol, que conecta a Ciudad de México con Acapulco. Mario dio aviso a las autoridades y convenció a su informante para que lo acompañara a identificar el sitio. Cerca de las seis de la tarde publicó un video en sus redes sociales describiendo la ropa que vestía el cuerpo que acababa de encontrar a unos cinco metros de la carretera, en el tramo entre Puerto Morelos y Quetzalapa, en el municipio de Huitzuco, y también un dato importante: era una mujer de cabello rojo. 

Al día siguiente del hallazgo, Mario denunció en una entrevista que los peritos y los policías de investigación de la Ciudad de México que llegaron a Guerrero a levantar el cuerpo no respetaron los protocolos adecuados, una vez que se dieron cuenta de que se trataba de Lesly. “Es algo horrible”, dijo, “porque ellos mismos nos han enseñado que nosotros contaminamos la escena del crimen y son ellos [los] que la contaminan. Hace falta profesionalismo”. 

En esa última entrevista, detalla la diferencia que hay entre el método de búsqueda de las familias y el de las autoridades: se necesita información para encontrar restos. Así lo entendió Mario muy pronto.

Mario y su hermana Mayra posan frente a la recicladora de la familia en Huitzuco, a fines de diciembre de 2018, junto a un cartel de la PGR que pide la cooperación ciudadana para localizar a su hermano Tomás, desaparecido el 5 de julio de 2012. 

Fue en su primer caminar, en 2014, cuando fundó con otras 200 familias el colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala, en el que también participó su hermana Mayra. Gracias a  ellos, en la zona norte de Guerrero se descubrió una gran cantidad de fosas y de cuerpos inhumados clandestinamente, lo que marcó el inicio de los colectivos de familias dedicadas a la búsqueda de enterramientos en todo el país. 

Solo cuando se organizaron, contó Mayra en una entrevista, lograron que la entonces Procuraduría General de la República fuera al estado a tomarles muestras de ADN, para compararlas con sus propios hallazgos. Para entonces, el colectivo había encontrado más de 50 cuerpos y fragmentos en menos de dos meses. 

María Herrera también se acercó a Mario a pedirle ayuda para encontrar a Raúl y Jesús Salvador Trujillo Herrera, sus dos primeros hijos desaparecidos desde el 28 de agosto de 2008 en Atoyac de Álvarez. Su hijo Juan Carlos había quedado impactado con la búsqueda masiva de fosas que se hacía en Iguala, Cocula y Huitzuco, por lo que llamó a Mario y lo invitó a formar parte de lo que después se llamarían las brigadas nacionales de búsqueda, una especie de escuela para familias de todo el país, en la que se enseñan métodos de rastreo de fosas. Desde el primer encuentro, en 2016, Mario se convirtió en maestro.

Mario encontró en Miguel, otro de los hermanos Trujillo, “un hermano del alma”. Ambos se complementaban: Mario lograba con su carisma que la gente llegara a él con información, y Miguel les hablaba hasta que conseguía los datos certeros del punto de búsqueda. Porque no es suficiente saber la zona donde se encuentra un enterramiento clandestino, hay que conocer también el punto en el que podría estar la fosa, con referencias claras, porque si no se tienen, el desgaste es mayúsculo y la desazón aún mayor. Es como buscar una aguja en un pajar.

Simón Carranza, un albañil de Cocula, completó la tríada y les enseñó a leer la tierra. De origen rural, Simón buscaba de niño con su padre figurillas prehispánicas enterradas para venderlas y sobrevivir. Él les habló del color de la tierra, de los hundimientos del terreno, del trabajo de observación que implica buscar.

Una vez ubicado el punto de interés de la fosa, Mario entendió que necesitaban herramientas nuevas para una tarea inédita, y colaboró en el diseño de una varilla “fuerte y delgada pero más liviana que una barreta”, como él mismo lo explicaba, que les permitiera buscar más allá de un metro de profundidad sin tener que cavar. 

La varilla se volvió un símbolo de las familias en búsqueda, pero no deja de ser una herramienta. Aunque la autoridad la incorporó en sus propias salidas a campo, no sirve si previamente no se tiene la información que guíe al buscador hasta un sitio preciso. La varilla, sin la información que las familias cosechan, no encuentra restos. Ese trabajo invisible que Mario supo hacer tan bien y que compartió con Miguel y Simón, hace la diferencia entre la búsqueda de las familias y la que lleva a cabo la autoridad.

La varilla, que puede hundirse a más de un metro de profundidad, permite con su olor detectar si existen restos humanos bajo la tierra. En la imagen, Mario durante una búsqueda en campo. (Germán Canseco/Procesofoto)

Para 2016, la tríada formó parte del nacimiento de la primera Brigada Nacional de Búsqueda, patrocinada por la familia Trujillo Herrera. La séptima y más reciente fue en noviembre de 2022, en Morelos. Allí también —siguiendo el método de las familias, cosechando información de la comunidad— hallaron un punto clandestino de inhumación, con tres fosas de donde rescataron a seis personas de la desaparición. 

Desde la primera brigada nacional, las familias idearon un “buzón de paz” que fueron colocando en las iglesias de cada pueblo que visitan, para que cualquiera tenga la oportunidad de aportar, de forma anónima, datos sobre enterramientos clandestinos. Mario funcionaba como un buzón de paz en su comunidad: con él llegaba la gente a decirle lo que sabía, dónde podía encontrar cuerpos. Y luego caminaba hasta hallarlos. 

Cuando descubrió el cadáver de Lesly, Mario llamó a Miguel, quien también hizo un llamado a las autoridades, exigiendo que lo identificaran: “Pónganse las pilas, rastreen ese cuerpo, porque somos nosotros quienes buscamos, es a nosotros a quienes nos llega la información”. Sin embargo, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México omitió el papel que los buscadores habían tenido en el hallazgo. En su cuenta oficial de Twitter informa que agentes de la Policía de Investigación junto con personal de la Fiscalía General del Estado de Guerrero localizaron en Huitzuco el cuerpo de una mujer con características similares al de Lesly. 

Esto es clave para comprender por qué las familias tienen un método de búsqueda que funciona y que la autoridad no termina de dominar: la diferencia radica en la legitimidad que las y los buscadores tienen. Es por eso que las personas van con las familias y no al Ministerio Público a informar sobre la existencia de un cuerpo. Buscar es un trabajo de la comunidad. 

El ‘tamaño de la solidaridad’

Mario tapizó con cárteles de búsqueda las rejas de su casa en Huitzuco, un pueblo donde la violencia y la inseguridad marcan la vida cotidiana de la gente. Los policías municipales de Huitzuco han sido vinculados a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, junto con agentes federales y de las corporaciones de Iguala, Cocula y Tepecoacuilco. 

Cada día, Mario hacía ejercicio para mantener su cuerpo firme y fuerte, y así poder resistir las caminatas en el caliente suelo guerrerense; por esa fortaleza, terminó siendo bautizado con el nombre que usaba en las redes sociales: la Hormiga Atómica. Mario se encargaba también de la crianza de su hija de cinco años, tras perder a su esposa durante la pandemia de covid-19, y tenía la capacidad de consolar desde a una madre en búsqueda, hasta a un joven que había sobrevivido tres días y tres noches de tortura durante un secuestro.

Panorámica del sepelio del buscador en el panteón del pueblo guerrerense. Cientos de personas acompañaron la procesión y cubrieron de flores su tumba.

“Este es el tamaño de la solidaridad de Mario”, leyó frente a la multitud Sandra Luz Román Jaimes, madre que busca a  su hija Ivette Melissa, desaparecida en Iguala el 24 de octubre de 2012, cuando tenía 19 años. Sandra, fundadora también de Los Otros Desaparecidos, se sumó a la procesión que acompañó el entierro de Mario el viernes 19, junto a las integrantes del segundo colectivo que fundó: Madres Igualtecas.

El mismo impacto ante la muerte de Mario sintió José Díaz Navarro, maestro y fundador del colectivo Siempre Vivos, de Chilapa, Guerrero, quien no salía del estupor ante la muerte de una persona tan importante para los familiares en búsqueda. 

Cuando el féretro celeste salió de la iglesia, fue aplaudido por cientos de personas, que acompañaron con su paso la música de la banda y, calle abajo, por la Avenida Insurgentes de Huitzuco, se turnaron su peso hasta el panteón municipal. Fueron también cientos las flores de colores que llevaron vecinos y amigos para decorar su última morada. 

Ya en el cementerio, la familia abrió el ataúd para que, quien quisiera despedirse de Mario, pudiera verlo. Fue enterrado con su pañoleta roja al cuello. Las compañeras del colectivo Unidas Siempre Buscando, quienes participaron con él en las brigadas nacionales, tomaron la palabra para despedirlo: Yadira González, de Querétaro; Lina Hernández, de Morelos; Blanca Ramírez, de Colima; María Aguayo, de Veracruz; Marité Valadez, de Sonora. Destacaron su compañerismo, su apertura con las nuevas personas que se suman a las búsquedas, su rigidez para enseñar, su audacia para lidiar con la autoridad, y también su calidad humana para mover grupos enormes de gente doliente y encontrar una forma amable de apurarlos a salir a tiempo para que nos les agarre el pesado sol del mediodía en el campo.

María Herrera, madre de cuatro hijos desaparecidos, se despide de Mario y le promete que seguirán buscando a Tommy, su hermano, y a todas las personas que faltan. 

Todas las familias en búsqueda que estaban presentes ese día expresaron el dolor y el impacto que tendrá su muerte en la búsqueda de los que faltan. 

María Herrera, parada junto a la tumba, extendiendo frente a su pecho la lona con los rostros de sus cuatro hijos desaparecidos, antes de que la gente se retirara del cementerio, dijo a voz en cuello: “¡Hermanas! ¡Hermanos! ¡Todos los que nos escuchan! ¡Si alguien aquí conoce dónde está Tommy, dígannos, por favor! Queremos cumplir con la misión que Mario se trazó en su vida. ¡Ayúdennos a regresarle a su hermano, por piedad!”.

La madre y la hermana de Mario dejaron en su tumba cubierta de flores un cirio prendido, para que lo acompañe en el viaje, y retiraron el retrato que lo mostraba con la pañoleta roja que utilizaba siempre al recorrer los cerros, en donde ayudó a tantas personas a regresar a casa.

‘Un ejemplo de lucha’

Texto y fotos: Lucía Flores

Entre flores y aplausos, Mario Vergara fue recordado en la Glorieta de las y los Desaparecidos el 21 de mayo.

Decenas de personas se reunieron este domingo en la Glorieta de las y los Desaparecidos, en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, para recordar a Mario Vergara y despedirlo con una misa. 

En las vallas que rodean la glorieta, los asistentes pegaron un cartel de su hermano Tomás, por quien Mario se convirtió en un instructor de la búsqueda, aprendió a leer la tierra, se volvió un experto en huesos, un pionero en clavar la varilla de hierro en la tierra para descubrir el olor a muerte que detonaba la esperanza de encontrar restos humanos, y el capacitador de toda una generación de personas que buscan a sus seres queridos. 

El sacerdote anglicano Arturo Carrasco recordó a Mario como un hombre que interpelaba a las autoridades y también a quienes hacían daño. “Si ya les arrebataron la vida, déjennos darles digna sepultura”, dijo haberle escuchado decir. 

Refirió el momento en que, por amenazas, Mario tuvo que salir de Guerrero y llegar a la Ciudad de México desplazado. 

“La vida de Mario nos dejó semillas a todos, y tenemos la responsabilidad de germinar lo que nos ha dejado y dado”, dijo junto a una mesa llena de flores que sirvió como altar, en la que destacaba una fotografía del buscador, siempre sonriente, en una salida a campo: paliacate rojo para protegerse del sol, guantes para evitar ampollas al usar el pico y la pala, pantalón de mezclilla y rodilleras. Mencionó que durante la búsqueda de su hermano Tommy encontró más de 200 “tesoros”.

“Sin conocerme vino hasta Ecatepec para ayudarme a buscar a mi hijo”, compartió en el micrófono, entre lágrimas, Verónica Rosas Valenzuela, madre de Diego Maximiliano, desaparecido el 4 de septiembre de 2015. 

Reconoció que Mario se adelantó a las autoridades en la búsqueda de su hijo. “Es muy doloroso hacer búsquedas de campo, pero al final lo tenemos que hacer”. Lo recordó hablando en esa misma glorieta; también demandando respetar los derechos de las y los buscadores.

A manera de homenaje, decenas de personas dejaron plasmadas sus huellas con pintura blanca en el pavimento de Reforma que rodea a la glorieta, como una forma de recordar sus pasos y el camino andado junto a Mario. 

El director de cine francés Ludovic Bonleux, presente en la ceremonia, lo conoció durante el rodaje del documental Guerrero (2017), que aborda la historia de tres activistas —uno es Mario— y su lucha contra la impunidad. Uno de los momentos más impactantes del documental, dijo, fue filmarlo desenterrando los huesos de una fosa clandestina. 

“Mario Vergara hizo un acto revolucionario, tan importante como el que hicieron las madres de la Plaza de Mayo en Argentina; no solo Mario, sus compañeras y compañeros buscaron a pesar del miedo. Deja un ejemplo de lucha y técnicas de búsqueda”.

Con huellas en el piso rindieron también homenaje al buscador, para simbolizar sus pasos y el camino andado a su lado. 

“Mario Vergara, presente ahora y siempre”, fue el grito multitudinario con el que se le recordó y despidió. Flores amarillas y blancas rodearon su retrato. “Seguro al llegar al cielo, muchos te dirán: Gracias, a mí me encontraste”, comentó una de las asistentes.

El rostro de Tommy, que Mario no pudo llevar a la glorieta, fue colocado por personas a las que inspiró y enseñó a buscar respuestas bajo la tierra.

“De los temores que tenemos quienes somos familiares de personas desaparecidas no solo es que no logremos encontrar a nuestros familiares, sino el riesgo de que nadie más los encuentre y de que la desaparición gane y se olviden de ellos”, dijo Jorge Verástegui, uno de los familiares que ha luchado por lograr que la Glorieta del Ahuehuete sea reconocida como la Glorieta de las y los Desaparecidos. 

“Nos toca a cada una y cada uno de nosotros”, dijo, “no solo recordar el amor y la solidaridad de Mario, sino continuar la búsqueda de Tommy, y no solo en este acto, sino hacerlo de manera permanente en las manifestaciones, en las conmemoraciones que hagamos; es ahora nuestra responsabilidad social, como familiares y como amigos, porque es lo menos que podemos hacer por todo el trabajo que ha hecho Mario”.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

**Foto de portada: Mujeres integrantes de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas cargan el ataúd de Mario Vergara en su recorrido, desde la iglesia de Huitzuco hasta el panteón municipal, el pasado 19 de mayo. 

Eliana Gilet

Reportera independiente uruguaya radicada en México. Colabora con el Semanario Brecha, medio cooperativo de Montevideo, desde el año 2010. En twitter es @la_yile 

Ernesto Álvarez

Reportero independiente mexa. En instagram es @neto_alvz

Lucía Flores 

​​www.adondevanlosdesaparecidos.org es un sitio de investigación y memoria sobre las lógicas de la desaparición en México. Este material puede ser libremente reproducido, siempre y cuando se respete el crédito de la persona autora y de A dónde van los desaparecidos (@DesaparecerEnMx).

Más presión al bosque de niebla con construcción irregular de club hípico y fraccionamiento

0

Las zonas altas de Xalapa, Coatepec y Tlalnehuayocan, donde está el bosque de niebla que da agua a cientos de miles de personas está siendo sitiado por proyectos urbanos que avanzan sin freno de las autoridades. Uno de ellos es un centro ecuestre que ya se encuentra funcionando sin los permisos correspondientes.

Por Rodrigo Soberanes

La construcción irregular de un club hípico con desarrollo habitacional aumenta la presión inmobiliaria sobre el bosque de niebla que abastece de agua a Xalapa y Coatepec, que ya está sufriendo otras amenazas como el desarrollo de una mina a cielo abierto y la tala para la práctica de la agricultura con agrotóxicos.

Las Hayas Equestrian Club es uno de los desarrollos inmobiliarios que están haciendo crecer la mancha urbana hacia la zona alta donde se unen los municipios de Coatepec y Tlalnehuayocan. Este proyecto incluye un fraccionamiento, actualmente en construcción.

La organización ciudadana Reserva Briones A.C. supo que estos proyectos no están en regla a través de las respuestas a cuatro solicitudes de información realizadas en la Plataforma Nacional de Transparencia (folios 00194421, 30054552300028, 300559123000042 y 301153623000095).

Las solicitudes fueron dirigidas a los ayuntamientos de Coatepec, Tlalnehuayocan y a la Secretaría de Medio Ambiente del Estado.

“Ni el hípico en mención, ni el fraccionamiento referidos, cuentan con licencia de funcionamiento, el primero y con licencia de construcción/modificación y/o lotificación el segundo y que ninguno de ambos está respaldado con un estudio de impacto ambiental emitido por la Secretaría del Ramo y/o por las Direcciones de Medio Ambiente de los Ayuntamientos en cita”, informó Reserva Briones.

Imagen tomada de Google.

Esa organización ya pidió la intervención del municipio de Coatepec e interpuso un amparo contra este proyecto desarrollado por la empresa Arte y Tecnología y se encuentra junto de centro ecuestre que solía ser utilizado por la ex primera dama de Veracruz, Karime Macías Tubilla (actualmente en Londres y en proceso de extradición-, y que fue embargado durante el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares.

Esos proyectos se encuentran en el camino hacia la comunidad de Rancho Viejo, que pertenece a la zona montañosa de bosque de niebla, donde se extiende la siembra de papas con uso de agrotóxicos cerca de casas y escuelas, lo cual está prohibido por el Programa de Ordenamiento Ecológico Regional que regula la siembra de monocultivos con sustancias químicas tóxicas en 11 municipios aledaños, como Xalapa, Coatepec, Xico y Tlalnehuayocan.

Este cultivo se extiende hacia otras regiones como la de Cinco Palos, incluso hasta Xico Viejo, donde se han documentado graves daños al medio ambiente (como tuba de bosque originario y contaminación de cuerpos de agua con productos químicos) y a la salud de las personas.

Es una zona que ha lidiado con intentos de invasión por parte de grupos respaldados por proyectos políticos partidistas, como el del reclamo de dos mil hectáreas de un grupo llamado CIOAC que invadió tierras y falsificó documentos para reclamarlas.

Apenas la semana pasada, un grupo ciudadano se manifestó en la Carretera Antiguo Xalapa-Coatepec contra el desarrollo de una mina a cielo abierto junto del río Suchiapa, lo cual pone en riesgo el abasto de agua para la zona norte de Coatepec.

Y el hípico es sólo uno de más proyectos urbanos que avanzan hacia el bosque de niebla desde el camino a Rancho Viejo. “A la fecha, lejos de detenerse dichos desarrollos continúan edificándose, siendo. “Los más preocupantes, por su envergadura, los que se ubican en la zona del camino antiguo a Rancho Viejo”, señaló Reserva Briones en un comunicado.

Lourdes Valdés, habitante de la zona e integrante de Reserva Briones contó a La Marea que esa organización lleva cuatro años oponiéndose a ese y otros desarrollos urbanos que amenazan con romper el equilibrio del bosque de niebla y el consumo de agua de Xalapa.

“El desarrollo de un nuevo centro ecuestre, el fraccionamiento y lotificación de una amplia zona, ponen en jaque el delicado equilibrio natural de un área natural protegida a nivel nacional”, dice el comunicado elaborado por los vecinos.

En esos cuatro años, como respuesta a sus demandas, ha habido visitas al lugar de representantes de las secretarías de Medio Ambiente y las Procuradurías de Medio Ambiente (estatal y federal) para realizar inspecciones, cuyos resultados nunca fueron informados al grupo vecinal.  

El centro ecuestre está dentro del territorio donde funcionan las Unidades de Gestión Ambiental (UGAS) 88 Y 89.

Lourdes Valdés contó que Reserva Briones, junto con las demás organizaciones que defienden el bosque de niebla, intentarán generar estrategias para que la población en general de Xalapa se involucre con la defensa del bosque de niebla, comprendiendo que llegará un momento en que “abrirán la llave y no saldrá agua”.

Militares empresario: ¿transición sin objetivos claros?

0

Derivado de una reforma, las fuerzas armadas ahora administrarán empresas y aeropuertos nacionales. Pero ¿es esta realmente su función? ¿están preparadas para esto? El investigador Jorge Luis Sierra nos habla al respecto.

Texto: Alejandro Ruiz

Fotos: Duilio Rodríguez

CIUDAD DE MÉXICO. – Durante los cuatro años del gobierno del presidente López Obrador se han impulsado una serie de cambios al interior de las Fuerzas Armadas-Su objetivo es desvincularlas de tareas de seguridad pública. Enfocándolas a planes de riesgo y la construcción de megaproyectos.

Ahora, y después de que el 29 de abril el senado aprobara una reforma a la ley de aviación y de regulación del espacio aéreo, se dedicarán también a administrar una aerolínea y controlar el espacio aéreo. Esto, aunque recién aprobado, no es nuevo. Al menos, desde 2022, particularmente el ejército tenía ya bajo su control 5 empresas para estatales. Estas empresas son las que asumieron la construcción del Tren Maya y el AIFA.

Hay quienes dicen que esta medida es militarizar campos de la vida que antes no tenían la presencia de las fuerzas armadas. En esencia, tienen razón. Sin embargo, para análizar a fondo lo que esto implica, en Pie de Página dialogamos con Jorge Luis Sierra, periodisa e investigador especializado en el estudio de los ejércitos en la región.

Empresas de militares: los riesgos de la corrupción

Para Jorge Luis Sierra, estas nuevas funciones que están asumiendo las fuerzas armadas en el país es un tema que le genera preocupaciones. Principalmente, afirma, porque estas tareas no son para las que está diseñado el ejército ni la marina nacional.

“Yo lo veo con preocupación. Son tareas asignadas a las fuerzas armadas que van más allá de los planes de defensa que, obviamente, tienen la Secretaria de la Defensa Nacional y la Armada de México. Normalmente las fuerzas armadas son una institución que sirven, principalmente, para defender a la nación de cualquier ataque a la seguridad de nacional. Colocar a las fuerzas armadas en tareas que son propiamente del ámbito civil es poner en riesgo a la propia institución. Le están asignado tareas que no son parte de sus misiones fundamentales”.

Para el investigador, esta política que sigue la actual administración federal está convirtiendo a las fuerzas armadas en empresas paraestatales de administración de servicios públicos. El problema, enfatiza Jorge Luis Sierra, está en que los cambios no van acompañados de una reforma de fondo.

“Como son una empresa del propio Estado mexicano, utilizan recursos del Estado mexicano, o del fondo del Estado mexicano. Se vuelve una entidad sujeta a la transparencia, y a todo lo que está sujeto el uso dinero de recursos públicos. Ahora tendrían que transparentarse los contratos que hagan, y, por ende, las fuerzas armadas tendrían que abrir cualquier actividad al escrutinio público. Eso contrasta con la secrecía militar para la protección de la seguridad nacional. Es un riesgo de que estas operaciones no fueran sujetas a las leyes de transparencia, y por lo tanto se mantengan en una opacidad. Cuando hay opacidad, hay un riesgo de corrupción”.

Esto, advierte Jorge Luis, expondría a los militares a ser sujetos de corrupción. Algo contradictorio para la actual administración que ha encabezado una lucha en contra de este fenómeno en todas las instancias del servicio público.

Actualmente ninguna instancia civil o gubernamental está facultada para exigir rendición de cuentas a las fuerzas armadas. Sus empresas, por ende, no escaparían a este velo de secrecía.

“En todo caso, la creación de estas empresas va a obligar a las fuerzas armadas a abrir sus entrañas para que la gente pueda fiscalizar cómo se está administrando el dinero público”, advierte Jorge Luis.  

Sin embargo, al ser empresas paraestatales con financiamiento público, desprendidos del presupuesto gubernamental, las empresas de los militares tendrían que rendir cuentas al poder legislativo. Aunque esto no está establecido en ninguna de las legislaciones aprobadas.

¿Más dinero a los militares?

De acuerdo con datos recuperados por Jorge Luis Sierra, el presupuesto para las fuerzas armadas no ha crecido fundamentalmente en los últimos años, sino que se ha mantenido. Es decir, ha habido un crecimiento nominal, pero no en términos reales cuando se toman en cuenta las necesidades de renovación de equipamiento, armamento y movilización.

Entonces, ¿estas empresas son una política diseñada para cubrir la falta de presupuesto? Jorge Luis responde.

“El hecho de que se usen recursos de las fuerzas armadas para otros fines, es al mismo tiempo un descuido de la presupuestación para otros fines que sí son de las fuerzas armadas; como pueden ser el equipamiento, la movilización, la protección de las áreas estratégicas del país”.

En realidad, enfatiza el investigador, crear estas empresas a cargo de las fuerzas armadas son una medida política que, no necesariamente, inyectará mayor presupuesto a los militares.

También, dice, hay un problema de diseño.

“No dudo que las fuerzas armadas tengan capacidad para administrar empresas, pues las fuerzas armadas están capacitadas en administración. Lo que pasa es que las fuerzas armadas están especializadas en administración militar. Para administrar una empresa, como tal, que no sea militar, ahí si ya no sé qué tanta capacidad tengan. Yo no he visto en los programas de estudio que tengan una especialización en otro tipo de administración que no sea la militar. Entonces no es lo mismo. Las personas especializadas en administrar una empresa no necesariamente tienen la capacidad para administrar a un ejército, para entender la capacidad de defensa, la construcción de fuerza. Eso no se tiene en una empresa privada. En cambio, una entidad militar tiene que saber necesariamente del diseño de la fuerza. Eso no ocurre, no está ocurriendo así”.

Esto, añade Jorge Luis, “es una debilidad en términos de política pública”; pues también pone a descubierto una deficiencia en el ámbito civil para soportar la construcción y administración de los megaproyectos a cargo de las fuerzas armadas.

“Prácticamente es una medida que viene desde el ámbito político, y que viene también del ámbito civil, para cumplir con una demanda de administración que no puede ser cubierta por el personal civil, y que se usa al personal militar para esa deficiencia civil. Entonces ahí es cuando ocurre una debilidad en términos de la política pública”.

Entonces, ¿qué objetivo hay detrás de estas empresas? ¿la continuidad de una política federal de reforma militar? De ser así, ¿qué alcances tendría?

Reforma militar: alcances, pendientes y retos

Durante los últimos sexenios, particularmente desde la guerra contra el narcotráfico inaugurada por Felipe Calderón, las fuerzas armadas ocuparon un papel central en las estrategias de seguridad pública en el país.

Esto, como lo demuestra el paso del tiempo, se tradujo en una creciente espiral de violencia que incrementó exponencialmente la tasa de homicidios. También multiplicó los casos graves de violaciones a derechos humanos, y aumento las cifras de personas desaparecidas y víctimas de desaparición forzada.

La estrategia de la nueva administración del presidente López Obrador, traducida en su frase “abrazos, no balazos”, proponía un reordenamiento del funcionamiento militar. Su misión era sacar a los militares de la confrontación directa a los grupos criminales. Su objetivo era llevar a las fuerzas armadas a una estrategia de desarrollo nacional.

La nueva figura que asumiría las tareas de seguridad pública era la Guardia Nacional, una fuerza civil intermedia entre la policía común y las fuerzas armadas.

Esta idea no era nueva, y sus intentos vienen desde sexenios anteriores. Sin embargo, nunca se había consolidado del todo debido a la corrupción de estas policías y sus desvíos.

“La idea ideológica del presidente López Obrador era utilizar a las fuerzas armadas alejadas de esa misión que los estaba haciendo violar derechos humanos, y que los estaba confrontando con la misma población, ocasionando fricciones con una parte de la sociedad, sin lograr los objetivos de reducir la criminalidad organizada. Entonces, el objetivo era llevarlos a un campo de desarrollo y dejar a la Guardia Nacional encargada de esa confrontación. Esa era, a grandes rasgos, la estrategia o política militar de esta administración. Lo cual, teóricamente, no estaba mal”.

Sin embargo, aunque la transformación de las fuerzas armadas sigue siendo un pilar de las nuevas políticas públicas en el sexenio de López Obrador, lo cierto es que aún estamos muy lejos de una reforma militar. Una que realmente modifique estas estructuras.

“El problema es que ha habido una presencia de prerrogativas militares que siguen existiendo a pesar de que el país está cambiando. Las fuerzas armadas siguen conservando todavía esas prerrogativas que existen antes de la transición. Estas son, por ejemplo: que las fuerzas armadas siguen teniendo una autonomía relativa en la definición de las políticas militares. Siguen teniendo una autonomía relativa en la definición de su mando. Su mando es castrense, y no tiene un mando civil intermedio entre el presidente y las fuerzas armadas. O sea, no hay un mando, un ministro de la defensa civil intermedio, que pueda, de alguna manera, formular las políticas públicas relacionadas con la entidad militar. Un mando que pueda ejercer un puente de entendimiento”.

Este hecho, particular en el caso mexicano, hace que las políticas militares sean negociadas directamente entre los mandos castrenses y el presidente de la república. Esto, sin embargo, parece que no cambiará pronto, pues hay una falta de capacitación al interior de este gabinete federal.

“La administración mexicana actual, como es la primera vez que gobierna desde la presidencia, carece y ha carecido de asesores adecuados. Los miembros de la administración presente apenas están ingresando a las escuelas de administración militar. No contaban con una capacidad de asesoría suficiente como para crear esa idea que tenía el presidente de alejar a las fuerzas armadas del combate a las drogas y contra la criminalidad. De convertirlas en algo diferente, donde hubiera más transparencia, más rendición de cuentas, donde las fuerzas armadas tuvieran un papel en la democracia del país”.

 Esta falta de capacitación ha hecho que la política militar entre en un campo de aparente improvisación, dice Jorge Luis Sierra.

Para él, lo que el presidente está haciendo es copiar modelos de otros países, como Cuba o Centroamérica, donde las fuerzas armadas nacionales se encargan de los ámbitos del turismo o de los proyectos de desarrollo a través de empresas para estatales.

“El presidente está tomando de diferentes modelos y no alcanza a construir un modelo propio. Ya le queda muy poco tiempo, y yo veo que hace falta una definición estratégica de la transformación de las fuerzas armadas. De alguna manera, si Morena no continúa en el poder, muchas de estas políticas van a ser reemplazadas por otras al término de este sexenio. Tampoco nada nos garantiza que un presidente, o presidenta del mismo partido, vaya a continuar con las políticas de López Obrador. Habrá sido un movimiento de la transformación mexicana temporal, transitorio, que de alguna manera detenga el crecimiento de la profesionalización de las fuerzas armadas. Es algo realmente complejo, no es fácil de solucionar”.

Para Jorge Luis la solución estriba en construir un modelo transexenal de reforma a las fuerzas armadas. En este modelo, analiza, tendrían que incorporarse los pendientes que están quedando en esta administración: darle a las fuerzas armadas una reforma militar a fondo que, entre otras cosas, cree un marco jurídico distinto. Que se establezcan sus objetivos y misiones de forma clara, ante las nuevas necesidades nacionales. Y también, que se asigne un presupuesto acorde a esto.

“Falta una estrategia de defensa adecuada para las circunstancias contemporáneas que tiene el país. Esa estrategia de defensa tendría que ser transexenal, una estrategia a 30 años, y tiene que ser algo que esté por encima de los cambios en la política, de quién quede en el poder, y de qué partido viene. Tiene que haber una transformación de esa naturaleza, y ese es el problema, que no la hemos visto todavía”.

La reforma que debería ser

Entonces, ¿qué papel deberían tener las fuerzas armadas en el país? ¿Se puede pensar, realmente, en un modelo de transición que modifique su papel en la realidad nacional?

La respuesta se agota en plantear una reforma que debería ser, y que sin embargo no está ocurriendo.

Pero una cosa es clara, por su esencia, no se puede desmilitarizar la política militar en México. Lo que sí se puede, es desmilitarizar la política de seguridad pública.

“En el sentido de la definición de la política militar hay que agregar un componente civil que ayude a los militares a desarrollar sus propias políticas en consonancia con los objetivos nacionales. Que dejen de verse como una fuerza armada que autodefine sus necesidades, y pasar a una discusión mucho más nacional, basada en el interés nacional”, reflexiona Jorge Luis.

Y concluye que, la reforma militar que necesita México, tiene que ser: “Una reforma militar abarcadora, integral, que de un nuevo marco jurídico al país. Eso no se ha logrado todavía. Es un gran pendiente”.

El silencio de las chicharras

0

Este es un cómic reportaje sobre qué significa que cada vez escuchamos menos a las chicharras, que están siendo empujadas a rincones lejanos, llevándose su canto y su luz lejos de ciudades y campos agrícolas llenos de productos químicos.

Por Brunóf

¿hace cuánto que no escuchas una chicharra cantar? Es posible que te cueste recordarlo si vives en alguna zona urbana, porque el crecimiento de las ciudades ha afectado a esta especie y a muchas otras que no cantan como ellas, ni tienen su luz.

Si piensas en tu niñez tal vez recuerdes alguna noche de mayo en que te quedaste jugando fuera hasta tarde porque hacía mucho calor. Entonces es muy probable que las hallas escuchado. Tal vez las viste brillar cerca de los árboles.

Si haces más memoria, recordarás que anunciaban la llegada de las lluvias.

El silencio de las chicharras es un mensaje: los insectos se están extinguiendo, y las principales causas son el cambio climático y el uso de los insecticidas.

Este cómic reportaje Brunóf reúne voces de personas expertas que hablan sobre el silencio de las chicharras y de personas que guardaron recuerdos de la niñez sobre esta especie que tiene presencia no solo en Veracruz y México, sino en lugares tan lejanos como Grecia y China, donde hay relatos mitológicos que las asocian a la resurrección, inmortalidad y realización espiritual.  

Buscar entre vivos: familias de desaparecidos recorren cárceles de Veracruz

0

Familiares de personas desaparecidas ingresan a las cárceles y piden a los internos que les proporcionen cualquier información sobre sus seres queridos. Es una jornada de búsqueda en vida de tres días que Pie de Página acompañó

Texto y fotos: Isabel Briseño/ Pie de Página

VERACRUZ, MÉXICO.- Esta es una jornada de búsqueda en vida de personas desaparecidas realizada por el colectivo Justicia y Dignidad Veracruz.  

Madres, hermanas, esposas, y un papá se reúnen en el Puerto de Veracruz. Todas son originarios de ese estado, excepto tres que llegan a buscar a sus familiares desde la Ciudad de México. A quienes buscan, desaparecieron en Veracruz

“Por favor, tómense su tiempo para ver las fotos. Si en algún momento estuvieron presos aquí con ustedes o que los hayan visto en algún lugar afuera. Si el amigo del amigo, los llegó a ver. Es muy importante para nosotras. De la manera más humilde, con el corazón, les venimos a pedir que cualquier dato que tengan, nos lo hagan saber. Cualquier información es muy importante. Venimos de lejos, de varias partes de Veracruz y hasta de la Ciudad de México. Si reconocen algún tatuaje, alguna seña, acérquense. No buscamos culpables, solo queremos encontrar a nuestros familiares. Su información es anónima”. Fueron algunas de las peticiones realizadas a los presos que visitaron familiares de personas desaparecidas esperando encontrar alguna pista que los lleve al paradero de sus seres amados.

De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Búsqueda, Veracruz está entre los 10 estados de México con más personas desaparecidas. El problema es tal, que los casi 40 colectivos que existen a lo largo del estado, no son suficientes. Cuatro de ellos trabajan en el puerto.

Cheli busca a su hijo José David García Chelius / Alicia busca a su hermano Gustavo Rosas Fonseca. Foto: Isabel Briseño

Lidia, Cheli, Rocío, Alicia, Florecita, Mónica, Almareli, Gisela, Aylin, Margarita, Susy, Rosa, Martis, Sonia y Jorge, dejaron la otra parte de su familia, dejaron sus trabajos y casas para seguir buscando a quien aún les falta. Durante tres días visitaron los Centros de Reclusión Social (Cereso) de Tuxpan, Papantla, Poza Rica, Misantla y Jalacingo, observando detenidamente los rostros y expresiones de las personas privadas de su libertad.

El itinerario de búsqueda se asemejó más a un difícil reto a desafiar, que a un programa pensado en ayudar a cumplirlo en tiempo y forma. 

Las paradas necesarias para ir al sanitario, la carga de combustible, los relevos de seguridad y los “incidentes” ocurridos, no fueron contemplados en el ajustado plan coordinado por la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz (CEBV).

Lo anterior, no detuvo a los familiares que en su búsqueda, ingresaron a los penales a pedir a quienes están privados de su libertad, alguna pista, por mínima que sea. Cualquier información que les ayude a dar con el paradero de sus seres amados.  

Los buscadores vieron desfilar a por lo menos mil personas privadas de su libertad que vestidos de naranja y beige pasaron frente a las imágenes de sus seres queridos.

La Caravana de búsqueda custodiada por la policía estatal. Foto: Isabel Briseño

En caravana, dos camionetas tipo Van que transportaron a las buscadoras se dispusieron a cumplir con la misión de la búsqueda. Acompañadas por un vehículo con 2 funcionarios de la CEBV y custodiadas por la policía estatal dispuesta por cordilleras, es decir, aunque no es lo más idóneo por cuestiones de seguridad, la vigilancia se fue cambiando de acuerdo a los municipios visitados.

La atención en los Ceresos fue diversa, siempre en presencia del director del penal visitado. Algunos ofrecieron agua y colocaron mesas para poner las fichas de los desaparecidos. Otros ni siquiera solicitaron registro de quienes ingresamos ni la identificación oficial.

Buscar no es fácil. Buscar duele. Buscar desgasta, pero buscar también une. Lo siguiente es el relato de la unión entre 14 mujeres y un hombre que a su  manera hicieron equipo para compartir 3 días intensos buscando la parte del alma que les fue arrebatada.

Foto al interior del penal de Tuxpan mientras se realiza la búsqueda en vida. Foto: Cortesía Colectivo Justicia y Dignidad.

Tuxpan, zona caliente 

Encontré al colectivo el lunes en Tuxpan. Ellas llegaron el domingo, un día antes. Pasaron la noche en un modesto hotel en donde les recomendaron meterse a su habitación y no salir por la noche. “La zona está muy caliente”, les dijo el encargado del lugar. Ellas hicieron caso.

Por mi seguridad, me recomendaron viajar y llegar el lunes por la mañana, aunque eso significó no acompañarlas en el primer Cereso que visitaron. También les hice caso.

Al salir de la terminal crucé la calle para pedir orientación en un puesto de jugos; al otro lado de la acera, un hombre  intentó llamar mi atención con ruidos extraños. Lo ignoré pero el ambiente en realidad estaba tenso. 

O eso se siente cuando estás en un lugar donde constantemente pasan vehículos con militares que vigilan la zona.

Me encuentro con los familiares afuera del penal de Tuxpan. Reunirme con ellas me tranquiliza. Subo de inmediato a una de las dos camionetas tipo Van. Soy la última en llegar y la extraña del grupo, así que me toca irme al fondo del vehículo.  

Martha Alicia me presenta a las mamás del colectivo con las que viajamos e intento memorizar desde ya los nombres.

Martha Alicia busca a su hijo Javier de Jesús González Miranda / Margarita busca a su esposo Willians David Cervantes Jiménez. Foto: Isabel Briseño

TE PUEDE INTERESAR:

Para romper el hielo, sale a conversación el tema de una película que recién se estrenó y aborda el tema de la desaparición. 

Lidia, fundadora del colectivo Justicia y Dignidad Veracruz en el año 2019, se voltea desde su lugar y dice: “Perdón por meter mi cuchara, pero a mí no me gustó esa película. Creo que no tenía que haber mezclado dos temas que son diferentes, el feminismo y la desaparición. Yo respeto a las feministas, pero cuando han invitado al colectivo a marchar junto a ellas, les digo que no. Son distintas causas, distintas luchas. Nosotras buscamos a puros hombres, aquí en Veracruz, desaparecen muchos hombres”. 

En la página de la CNB aparece una tabla que muestra que efectivamente, hay más hombres que mujeres desaparecidos en el estado veracruzano.

El tema de conversación funcionó. Las demás integrantes también comenzaron a dar su punto de vista respecto a la cinta.

“Esto que hacemos es riesgoso. Me dan ganas de traer a mi hija porque gracias a esa película, ella cree que me vengo a cotorrear, me dan ganas de traerla para que vea que no es así”, comenta Susy. 

“Creo que esa película desinforma, de por sí la sociedad es poco empática con nuestro dolor. Al ver eso, pensarán que nos la pasamos muy bien en las labores de búsqueda y vas a ver que no es así, buscarles es muy complicado”, señala Lidia. 

Camino al segundo penal, me cuentan que en Tuxpan no obtuvieron pistas pero se perciben animadas, aún quedan 4 ceresos más donde buscar. 

En el camino me entregan una playera que dice: «Prohibido olvidar». Debajo está el rostro de un joven con barba llamado Javier González Miranda. Tiene dos años que desapareció. Hace dos años conocí a su mamá Martha Alicia un 10 de Mayo en una marcha en Ciudad de México. Ella comenzaba a buscar a su hijo desaparecido. 

Avanzamos hacia el sur para dirigirnos a Papantla. En el trayecto, la mayoría lamenta que en Tuxpan no alcanzó el tiempo para pegar las fichas de sus desaparecidos, mucho menos para comer. El ajustado itinerario no alcanzó para decirles a los tuxpeños que nos faltan más de 112 mil 138 personas según las cifras de la CNB, incluidos los que fueron vistos por última vez en el estado jarocho. 

El hambre es fuerte pero lo es más la esperanza de averiguar algo. De prisa toman sus fotos, lonas, identificación y un billetito. Bajan a toda prisa y se forman para ingresar al penal de Papantla. 

Vista desde afuera del Cereso Papantla. El inmueble fue donado en 2008 al gobierno federal para instalar un centro de readaptación social. Foto: Isabel Briseño

Papantla, el billetito y las artesanías  

Antes de bajar de la camioneta me recuerdan no olvidar la identificación, cubrebocas, y un billetito; yo sigo la instrucción sin preguntar.

Al fondo, unas escaleras conducen a la puerta elevada del penal. Nos formamos y los encargados de la seguridad del lugar cotejan nuestros datos con el registro que tienen de los visitantes. Luego de recoger las identificaciones se nos pide anotarnos en una libreta de esas grandes de contador. 

Ya dentro del penal, la custodia nos pide registrar la hora de entrada y la firma en otra libreta. Nos sanitiza y pasamos por una segunda reja en donde corroboran nuestro nombre con la identificación. Avanzamos y pasamos por un bello mural con los voladores de Papantla. Sobre esa barda algunos presos sentados observan nuestro paso. 

De lado izquierdo hay un cuarto que funciona como capilla; unos pasos más adelante lo que parece ser un patio con techo de lámina donde ya están presentes los internos. 

Los familiares que van con la esperanza en las manos, se apresuran a poner sobre el suelo las fichas de desaparición y fotos de sus desaparecidos.  

Frente a los familiares, en primera fila, algunas mujeres que forman parte del Cereso. Detrás de ellas los hombres que también están presos. 

Susy busca a su hijo hermano Osvaldo Julián García Colorado / Almareli busca a su hijo Javier de Jesús Malpica Malpica. Foto: Isabel Briseño

Dos madres hacen uso de la palabra para saludarles y explicarles el desafortunado motivo de su visita. 

Pese a las que parecen ser súplicas por  alguna pista que pudieran brindarles, algunos pasan sin pena ni gloria. Indolentes, indiferentes, arrastrando las sandalias que llevan sus pasos. Nadie dice nada, nadie que reconozca algo. 

Pese a la apatía que muestran las y los presos, las buscadoras no guardan rencor; piden les muestren sus artesanías que elaboran para ver si pueden apoyarlos comprándoles algo. 

Para eso no hay que insistir. Apenas echamos un vistazo a las verdes pendientes amuralladas por el concreto y el alambre de púas, nos piden esperar para mostrarnos su trabajo. 

Nuestra presencia es incómoda, así que las autoridades del lugar nos piden esperar por las artesanías en la entrada.

La estancia donde duermen las mujeres da al pasillo en donde esperamos. Ellas aprovechan y asoman la nariz y las manos tras la reja que nos divide. Nos muestran sus pulseras, bolsas y lapiceras que piden les compremos. 

Las custodias sacan una una caja con unas cuantas cosas, “es lo que hay, mucho se vendió en la cumbre Tajín”. Yo entiendo al fin, para qué era el billetito. 

Tras la visita, el hambre arrecia. No hay tiempo para buscar un lugar, lo que urge es comer. Mientras devoramos la sopa y el guisado un señor con guitarra en mano interpreta:

“Te extraño mas que nunca y no sé qué hacer. 

Despierto y te recuerdo al amanecer.

Espera otro día por vivir sin ti.

El espejo no miente, me veo tan diferente.

Me haces falta tú.

La gente pasa y pasa siempre tan igual.

El ritmo de la vida me parece mal.

Era tan diferente cuando estabas tú.

No hay nada más difícil que vivir sin ti.

Sufriendo en la espera de verte llegar.

El frío de mi cuerpo pregunta por ti.

Y no sé dónde estás.

Si no te hubieras ido, sería tan feliz”. 

El colectivo Justicia y Dignidad pega fichas de búsqueda de sus familiares desaparecidos en el centro de Papantla. Foto: Isabel Briseño

Se miran entre ellas con profundo pesar, apenas pueden pasar el bocado y el nudo que se les hizo en la garganta a todas. 

Ya con la panza llena y el corazón apachurrado toman fuerzas no me explico de dónde. Toman sus herramientas y comienzan a pegar las fichas de búsqueda en el centro de Papantla. 

En dos equipos, ayudados por los funcionarios de la CEVB y custodiadas por elementos de la policía estatal, tapizan los postes de las calles empinadas de Papantla.  

Algunos curiosos observan asombrados. Otros se acercan y hasta preguntan de qué se trata la cosa. Una señora sentada frente a unos pescados que vende pregunta:

–¿Aquí también desaparecen?

–En todos lados doñita–, le respondo. 

Foto al interior del penal de Poza Rica, Veracruz mientras los presos observan las fotos de las personas desaparecidas. Foto: Cortesía Colectivo Justicia y Dignidad.

Poza Rica, el más aterrador 

De acuerdo con la CNDH, el penal de Poza Rica es la cárcel más aterradora del estado de Veracruz y uno de los diez peores del territorio nacional. 

Es martes y toca ingresar a ese penal que reprobó el organismo, del cual advirtió sobre múltiples anomalías en el interior. Hace tan solo un mes anterior a nuestra visita, un preso asesinó a su esposa durante la visita. Las anomalías que reportó la CNDH están relacionadas con el cobro de piso, falta de servicios, nulos programas educativos, autogobierno y con la gran facilidad con que operan grupos de reos dedicados a la extorsión.

Esta vez no pidieron billetito pero sí identificación. Afuera del penal con aspecto de casa grande, algunas señoras se animaron a preguntar: 

–¿Van a entrar? 

–Sí, respondimos 

–Ay dios, exclamaron mientras apuramos el paso para entrar en fila. 

Unos uniformados de azul nos formaron en un pequeño patio.

–Nadie trae celulares ¿verdad?–, preguntan. 

–No–, respondemos en coro. 

–Cadenas y pulseras, no pasan–, dijo otro uniformado.

Nos quitamos las alhajas de plata y bisutería y se las encargamos a la licenciada de la CEBV. 

Entregamos las identificaciones para ingresar de 5 en 5. Algo de gel antibacterial en las manos, registro de puño y letra y una revisión a palabra en un diminuto cuarto, sin nada de tocamiento.  

–¿Trae algún celular?- Me pregunta una custodia. 

–No–, respondo. Ella confía en mi palabra.

–Desdoble su pantalón–, me solicita para con su vista verificar que no lleve algo oculto. 

Ya amontonados en un reducido espacio y frente a la última reja, un hombre moreno muy erguido, con las manos atrás, se planta frente a nosotras y se anuncia como el director del lugar.

“Buendía, soy el director del penal de Poza Rica. Aquí tenemos 6 estancias, la sexta está en el último piso. Si ustedes gustan, alguna de ustedes puede acompañar al custodio para que verifiquen estancia por estancia que todos los presos van a pasar y nadie se quedará”, ofrece el hombre.

Lidia busca a su hermano Ángel Gabriel Tobón Fuentes / Jorge busca a su hija Zaira Itzel Hernández Díaz. Foto: Isabel Briseño

Lidia la representante del colectivo, pide a uno de los licenciados de derechos humanos, realice esa tarea a lo que el funcionario acepta, después fue relevado por no cumplirla.

Ya organizado el plan, pasamos la reja. Estamos en su territorio; como puñales, sentimos algunas miradas clavadas, no vemos sus ojos pero sí sus manos que se asoman.

Un par de los uniformados naranjas caminan libres por nuestro costado llevando papeles o siguiendo las instrucciones que les son murmuradas al oído. Subimos las escaleras hasta la estancia número 6 y en un pequeñísimo patio el director nos pide poner las imágenes en la mesa que está pegada a una pared. 

Las buscadoras comienzan a poner peros y se preguntan a voces ¿Y nosotras? ¿Dónde? ¿En medio de ellos? No. 

Su incomodidad es evidente, algo las asusta. Mientras los presos van formándose amontonados en un rincón, ellas apresuran el paso y se repliegan a un costado de la mesa y de espaldas a la pared, lo que parece darles un poco más de seguridad aunque no dejan de tener expresión de angustia. 

El director con formación, pareciera militar, les instruye: “Firmes ya. Flanco derecho, ya. Flanco izquierdo ya. Todo el que no tenga algún problema de rodillas, pónganse en cuclillas”. Los hombres de la estancia 1 con playera naranja y pantalones beige, obedecen.

Aylin busca a su esposo Tomás Elvires Escarola /Alicia busca a su hermano Gustavo Rosas Fonseca. Foto: Isabel Briseño

“Las señoras son del Colectivo Justicia y Dignidad Veracruz. Ellas están buscando a sus familiares desaparecidos, por eso están aquí”. Les explica a los hincados en sandalias o en sus tenis Nike.

–¿Alguna va a pasar a decirles algunas palabras?–, pregunta el hombre de camisa blanca impoluta. 

Todas se miran entre sí. Nadie se atreve a dar un paso al frente. Lidia asigna a dos buscadoras a la misión que a regañadientes y con el miedo en los ojos pasan frente a los reclusos que permanecen agachados. 

“Se les pide que se hinquen para que ustedes vean mejor el rostro de ellos”, explica el directivo. 

Estancia por estancia se les pide a los poco más de 300 hombres observen detenidamente las fotos. Pocos hacen caso. Otros hasta apresuran el paso y pasan de largo. 

Margarita, una de las buscadoras se esconde tras de mí. Nos conocemos hace apenas unas cuantas horas, pero estar frente a tanto hombre preso en un espacio tan reducido le basta para tomar confianza y como niña rodear mi cintura y sujetar mi mano. 

De uno de los grupos que han desfilado frente a nosotras, un hombre de edad se acerca a Margarita y le extiende la mano. Ella dudosa, corresponde el saludo. El señor le dice: me llamo Guillermo Gervasio García y se marcha. 

De inmediato, las buscadoras toman nota del nombre en una de las libretas en donde registran los detalles de la visita como el número de presos, entre otros. Ellas intuyen que el señor quería asegurarse de que ellas hicieran público su nombre. El custodio se acerca a indagar qué fue lo que dijo el señor. “Nada, solo saludó”, respondieron.  

“El no obtener una respuesta me agota física y emocionalmente”, dice Martha Alicia. Las demás comparten el sentimiento.

Exterior del Cereso de Misantla Veracruz, momentos antes de que el colectivo Justicia y Dignidad ingresara. Foto: Isabel Briseño

Misantla, «No olvido su sonrisa» 

Las buscadoras han recorrido 3 Ceresos y no han obtenido ningún hallazgo. Ellas se mantienen firmes y con la esperanza acumulada. 

De Poza Rica a Misantla la caravana es custodiada por motorratones, así les dicen las buscadoras a los policías en moto y es que pasamos de ser resguardadas por elementos con armas largas a dos policías en moto. 

En el camino, pese a lo que pudiera pensarse, conversan entre ellas sobre sus desgarradoras historias.

Hablan de ropa sí, pero su debate es sobre de qué color será la próxima playera que manden a elaborar con el rostro de su familiar desaparecido o sobre el costo del pantalón tipo cargo que les es más cómodo para las búsquedas que también realizan en fosas. 

Sus celulares suenan y es para preguntarles cómo se encuentran, si se encuentran bien; su familia no olvida que están realizando una tarea que a otros les incomoda: la búsqueda.

Rocío busca a su esposo Orlando Estrada González / Gisela busca a su hermano Jorge Alberto Andrade Carrera. Foto: Isabel Briseño

Una de las buscadoras que prefiere guardar su identidad comparte en el camino que dejó de buscar durante 4 años a su familiar desaparecido luego de ser advertida por un tercero. “Deja de buscar o terminarás muerta, a esos güeyes no les parece que estés moviéndole”, le amenazaron. 

Ella nunca pensó estar en esa situación, me lo confiesa luego de preguntarme si yo también busco a alguien o sólo voy a trabajar. “Cuando me pasó a mí, yo no quería ni poner la denuncia». Antes de estar en los zapatos de la búsqueda, ella tenía conocidos en la fiscalía que le decían: «¿Sabes a dónde van las carpetas que llegan de desaparecidos? A la basura», le dijo su conocido. 

Con esos antecedentes, su fe en las autoridades era prácticamente nula por lo que se negaba a poner la denuncia  pero el primer colectivo al que se unió, la obligó a ponerla explicándole la importancia de ésta. 

“Si pudiera, si fuera rica o me sacara la lotería me iba de este país. Me llevaba a los hijos que me quedan y me iba lejos. Dejaría en manos de Lidia, que es quien confío, la búsqueda. Esta no es vida, vivo aterrada, pensando que le puede pasar lo mismo a alguno de mis otros hijos. No los dejo salir, están en la edad de ir al antro pero no se los permito. Me piden que los suelte pero no puedo”. Dice enfurecida y agobiada la mujer que a diferencia de las demás, se une pocas veces a las fotos en colectivo. 

De pronto el chofer anuncia: “Se va a apagar la camioneta”, ¿Qué?, le responde Lidia. 

El conductor explica sobre una falla mecánica por lo que se orilla para detenerse. Luego de revisar, avisa que la pieza debe cambiarse y tardará, pero no hay tiempo; debemos llegar al Cereso de Misantla.

Los funcionarios de la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz hacen unas llamadas y con autorización de sus mandos nos indican que debemos acomodarnos entre su vehículo que solo tiene espacio para tres personas más y en la otra camioneta. 

Son las 2 de la tarde, teníamos que estar hace media hora en Misantla.  Dejamos nuestra camioneta y al chofer solos, las buscadoras se preocuparon pero no hubo de otra. Acomodadas como pudimos en un solo vehículo, continuamos el camino. 

El otro chofer intenta tranquilizar la situación y dice: “No se preocupen, no le pasa nada, refiriéndose a su compañero, lo que va a pasar, a nosotros tampoco, lo que va a pasar, va a pasar así venga el ejército con nosotros o se lo dejemos a él”, no es muy consolador su discurso pero tiene algo de razón.  

Son las 3 de la tarde, por el peso, el andar se hace más lento. El retraso ya es de casi dos horas; los pensamientos de que ya no aceptaran la visita se hacen presentes, y con ellos la oportunidad de obtener como ellas dicen, algún rayo de luz que les dé pistas. 

Solicitar, coordinar, organizar y lograr una búsqueda de éste o de cualquier tipo es un proceso largo y burocrático para las autoridades. Para los familiares es una oportunidad única que deben aprovechar al máximo una vez que la obtienen. 

Por eso se trabaja con lo que hay. Así sea con seguridad por relevos, en camionetas viejas o con itinerarios apretados en los que no hay espacio para comer o para volantear y pegar fichas de los desaparecidos en cada lugar visitado, las búsquedas se hacen y se aceptan con lo que las autoridades disponen, aunque ello no garantice la seguridad de los familiares. 

Frente a lo que pudiera parecer una casa más, de la angosta calle, descendemos de la camioneta con el protocolo ya conocido: no llevar absolutamente nada más que la identificación, las fotos y lonas que se mostraran. 

Los uniformados quitan el candado de una gruesa cadena que resguarda la reja de la prisión de Misantla. 

Se acercan unos funcionarios de derechos humanos de Veracruz.  Saludan rápidamente y con mucha familiaridad a Lidia mientras le dicen: “Que se les descompuso la camioneta, nosotros llegamos desde las 11 de la mañana”. No hay tiempo para explicaciones así que ingresamos de poco en poco pero a prisa. 

El brillo a los ojos de las buscadoras vuelve. Podrán buscar un poco más. Hombres y unas cuantas mujeres nos esperan en el patio. Unos frente a las otras. Separados por mesas largas de madera en forma de herradura donde a toda prisa se colocan las fotos y lonas.

Detrás de nosotras, en la pared nos observa la imagen del activista Nelson Mandela. Como en casi todos los penales visitados, su frase se lee: “La mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarse siempre”. El rostro del que también fue abogado presencia las peticiones de las madres, hermanas y esposas. 

Con tenis nuevos y de marca, pasan frente a las mesas las y los presos que conforme observan las fichas se retiran a sus estancias correspondientes. 

Un hombre repentinamente se detiene frente a una de las fotos. 

–¿Reconoces a alguien?, le cuestionan las familiares. 

El hombre moreno de al menos 35 años de edad no responde pero sigue observando. Apunta a la foto de un joven con gorra camuflajeada y sonrisa grande. 

–Él–, responde mientras señala con el dedo la foto. –¿Usted es su mamá?, pregunta a la mujer que tiene el mismo rostro estampado en la playera. 

–¿Lo reconoces? Le insisten otras mujeres del grupo sin responder su cuestionamiento sobre si la mujer es o no la mamá del joven que dice reconocer. 

–Yo lo conozco. No se me olvida su sonrisa, ni su gorra, asegura el hombre que dice ser originario de Tabasco. 

–¿Dónde lo viste por última vez? ¿Hace cuánto?, ¿Recuerdas si tenía tatuajes?

–No recuerdo bien pero ese chavo está aquí en Misantla, búsquenlo, está aquí. Continúa asegurando.

Mónica busca a su esposo Felipe de Jesús González Fernández / Florecita busca a su hijo Juan Pablo Badillo Escamilla. Foto: Isabel Briseño

Para entonces Florecita tiene el rostro desencajado y respira con mayor frecuencia. Sus compañeras la sostienen de las manos e intentan tranquilizarla. Su reacción es lógica. Han pasado 2 años sin tener noticias de su hijo y de pronto un hombre preso le asegura haberlo conocido hace como un año afuera de un Oxxo.

El hombre no brinda más datos contundentes que permitan confirmar su “amistad” o relación con el joven desaparecido. Insiste en que al joven con el que hasta convivió, le gusta usar gorras de camuflaje, bermudas y que no olvida su sonrisa.     

Una bella luz dorada aguarda nuestra salida del penal. Florecita ya está más contenida. Otra vez no hemos comido pero el hambre esta vez ya no se aguanta. Tenemos unos minutos para comer algo y salir a Xalapa aunque sea de noche. 

Nos volvemos a dividir en dos grupos y abordamos una camioneta que huele a nuevo. La pregunta que se hacen todas es: ¿Por qué no mandaron esa camioneta desde un inicio? 

Llegamos ya muy de noche a Xalapa solo a descansar. 

Jalacingo, pista falsa 

Es el último día de búsqueda. Las esperanzas de obtener alguna respuesta son pocas pero no inexistentes. 

A un costado del palacio municipal de Jalacingo está el Cereso. Acá no solicitan ni INE, confían en que somos las personas anotadas en la lista. 

La fila, las rejas, el espacio reducido, el patio techado, las fotos, las peticiones de algún informe se repiten. 

De pronto alguien frente a Rosita y a la imagen de su hijo le dice que recuerda haberlo visto hace como un año en Querétaro. La mujer aunque es recién llegada al colectivo y participa por primera vez en una búsqueda parece no sorprenderse. Permanece ecuánime, no cree en la pista dada.

Al otro extremo otro hombre señala la foto de un joven radicado en la Ciudad de México pero desaparecido en Veracruz. El interrogatorio de su madre comienza desde lejos. Envía preguntas a quienes están cerca del preso que dice reconocer a Daniel. 

–Pregúntale si tiene brackets– exclama la madre que guarda la calma. 

–No– Responde el hombre. 

–Se los pudieron quitar–, dice otra mamá. 

–Pregúntale si tiene tatuajes–, vuelve a pedir la madre desde lejos. 

El joven duda y sin responder dice que lo que llamó su atención cuando supuestamente lo conoció, fue una sombra que el hombre preso señala en la foto del rostro de Daniel. “Nunca le pregunté si era un lunar o una quemada”, finaliza mientras avanza hacia su dormitorio.     

Al fin veo a una mujer que se acerca a sostener con sus manos a una de las madres. Las buscadoras se referían a ella como  Lic, pero apenas realiza un acto de contención. Le da palmaditas en los hombros a una de las mamás y le pregunta si se siente bien. Más tenía aspecto de turista que de psicóloga. Jamás vi a la joven acercarse a los familiares para conversar sobre sus emociones a lo largo de tres días. Eso sí, no hay foto del colectivo en la que no aparezca la joven psicóloga.   

La búsqueda en los penales concluye y con ella las esperanzas de 14 mujeres y un hombre.

“Vamos a pegar fichas antes de irnos, organícense”, solicita Lidia, mientras se cubren del inclemente rayo del sol. 

Las fichas de algunas personas desaparecidas quedan como fiel testigo de que sus familiares les fueron a buscar hasta ese pintoresco municipio. 

En la camioneta se escucha un perturbador silencio. Cada una atrapada en sus pensamientos. 

Otra canción dice lo que no podemos las presentes:

«Gracias de verdad.

Por hacer algo tan grande.

Por mirar siempre adelante.

Gracias otra vez.

Por haber amado tanto.

Por favor un minuto de silencio…»

Martha Alicia no puede contener más su tristeza. De sus ojos claros se desbordan las lágrimas y con ellas, la impotencia de no haber obtenido una respuesta. Entre el llanto suspira que se siente muy triste por tener que regresar a la Ciudad de México sin su hijo Javier.

De inmediato su equipo la arropa y la consuela.

«Tranquila Martha, no te desanimes. Aquí estamos todas. Un día vas a venir y te lo vas a llevar. Todo lo que haces es un trabajo para encontrarlo. Aunque no vives acá, no te preocupes, nosotras seguiremos buscando; si es necesario tapizar todo Veracruz con las fichas de búsqueda, lo haremos. Recuerda de sólo unidas los vamos a encontrarlos. Puedes irte tranquila».  

Camino a Xalapa le entonamos las mañanitas a Margarita por su cumpleaños. Para ella no hubo pastel ni festejo, pero sí la muestra de afecto de sus hermanas de búsqueda. Nos despedimos antes de llegar a Xalapa, donde nos quedamos quienes volvemos a la Ciudad de México, el resto del colectivo viajará cinco, tal vez seis horas más hasta el puerto de Veracruz para llegar a sus casas como llegaron: con el corazón roto. 

Espero, un día poder conocer a Javier, Daniel, José David, Gustavo, Osvaldo, Javier de Jesús, Orlando, Jorge Alberto, Willians David, Felipe de Jesús, Juan Pablo, Juan Daniel, Angel Gabriel, Tomás y Zaira Itzel a quienes buscamos en esta jornada durante 3 días y poderles contarles con cuánto amor, dedicación y fe les buscaron sus madres, hermanas, esposas y padre.

Karime Macías y su campanita

0

La exesposa de Javier Duarte permanece en Inglaterra con sus tres hijos, acusada de desviar 112 millones de pesos del erario de Veracruz.

Por Rodrigo Soberanes para La Lista

Una mañana de mayo de 2009, seis años antes de huir de México, Karime Macías Tubilla tomaba un desayuno al aire libre en la terraza de su casa con su esposo Javier Duarte de Ochoa y unos invitados.  Junto a la mesa había una joven empleada doméstica que estaba pendiente de cualquier necesidad de sus jefes.

Karime terminó de comer una ensalada, ordenó sus cubiertos y tocó una campanita para que la joven, que estaba a menos de tres metros de ella, se acercara a retirar sus platos sucios. No la llamó por su nombre ni le dijo una sola palabra, sólo usó la campanita para comunicarse con ella.

La pareja estaba en su casa del Club de Golf de Xalapa, la capital de Veracruz. Ella formaba parte de la estructura del Sistema para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) y él era el secretario de Finanzas del Estado. Tenían 34 años.

Habían recibido esos cargos por designación directa del entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y su esposa, Rosa Borunda. Karime y Javier estaban en el centro de un proyecto político y el plan era que él sería gobernador y ella, presidenta del DIF.

TE PUEDE INTERESAR: Los Extraditables: Andrés Roemer, evadir la justicia desde el privilegio.

Durante aquel desayuno Javier hablaba sobre temas como el beisbol, sus inicios en la política, la polémica bursatilización de fondos públicos ideada y ejecutada por él, la dieta que llevaba para bajar de peso y las enseñanzas de su mentor, Fidel Herrera Beltrán.

La campanita en la mesa volvió a sonar una y otra vez porque Karime, siempre erguida sobre su silla, se encargaba desde ahí de que los tiempos del desayuno fueran ejecutados con puntualidad inglesa.

Javier Duarte fue enfático sobre el papel fundamental que tenía Karime en sus decisiones “importantes” como secretario de Finanzas de Veracruz y abrió un espacio para platicar de ella y de cómo accedió a tener una relación sentimental con él.

“Era mi mejor amiga. Yo no creo en la amistad hombre-mujer, siempre uno termina enamorado. Pero ella tenía novio, tuve que hacer cola”, replicó Javier.

Karime Macías Tubilla, asintió desde la cabecera de la mesa y contó que su amistad fue larga antes de ser pareja. “Fuimos amigos 13 años”, dijo, con voz suave. Se conocieron en la Universidad Iberoamericana donde, en principio, se identificaron “porque éramos los únicos jarochos”, dijo él.

En la intimidad de aquel desayuno Karime y Javier no permitían el “usted”. Se esforzaban en ser afables, distendidos y cercanos. “Háblame de tú por favor” fue una frase que dijeron varias veces a sus invitados.

Mientras tanto, algunos vecinos y socios del Club de Golf pasaban caminando frente a la terraza acompañados de sus caddies. Todos se esforzaban por tener la atención de la pareja saludando desde una distancia prudente, y alguno se atrevió a acercarse a pocos metros para pedir, con pleitesía, una cita con el futuro gobernador de Veracruz.

Eran momentos en que se veían obligados a ensayar las frases hechas del mundo al que estaban a punto de entrar. “Claro que sí, cuenta conmigo”, “buenos días, gusto en saludarlo”, “¿cómo está la familia?”.

TE PUEDE INTERESAR: Los Extraditables: Tomás Zerón de Lucio, inalcanzable para la FGR.

Entraron a la casa y se sentaron en la sala frente a una mesita donde había un tablero de ajedrez. Decidieron jugar un poco, como fue su costumbre durante años, según contaron. “Siempre le gano”, dijo Karime, y Javier sonrió. Tomó el comentario con ligereza.

Él siguió hablando de sus aspiraciones políticas. Pediría licencia a su cargo actual y se postularía como candidato a la diputación federal por el distrito de Córdoba representando al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“Y si tengo un buen desempeño como diputado, por supuesto que mi aspiración es ser gobernador de Veracruz”. Es decir, en menos de un año dejaría de ser secretario de Finanzas, ocuparía una curul en San Lázaro y volvería a Veracruz para hacer otra campaña política y asumir la gubernatura.

Karime estaba más concentrada en el juego, pero reconoció que, en caso de tener poder de decisión en algún alto cargo público, impondría su sello y no copiaría a Rosa Borunda. Hizo énfasis, por ejemplo, en que no está de acuerdo en “las dádivas”, comunes en una institución asistencial como el DIF.

Movió ficha e hizo jaque mate. Lo celebró con una sonrisa y una mirada cómplice hacia su esposo. “¿Ya ven? siempre le gano”, dijo. Pero Javier no se esforzó en disimular su incomodidad con lo sucedido. No le gustó perder en público, no al futuro gobernador de Veracruz.

Pero se repuso enseguida y se disipó la tensión. Siguieron contando cosas sobre ellos y él soltó un comentario que, en su criterio, era un elogio para ella: “Karime es muy guapa y eso importa, importa el regalo y también la envoltura”.

Karime no se inmutó.

TE PUEDE INTERESAR: Los Extraditables: Mauricio Toledo, escondido en Chile.

Karime Macías, la extraditable

Aquella mañana templada de mayo de 2009, cuando la joven Karime comía una ensalada fresca con delicadeza en su terraza y después le hacía jaque mate a Javier, todo parecía allanado hacia una vida llena de logros políticos y de prosperidad para la familia Duarte Macías.

“Su historia bien pudo haber sido un cuento ejemplar. Ella tenía la brújula moral bien ecualizada”, dijo una persona conocida de Karime días después de que el Reino Unido ordenó la extradición de Karime por defraudar 112 millones de pesos que pertenecían a las arcas públicas de Veracruz.  

Esta persona, que accedió a hablar bajo estricto anonimato, cree que la historia de Macías Tubilla se comenzó a torcer cuando cedió al cortejo de Javier. “A ella no le gustaba Javier. Fueron como tres años de cortejo. A ella la atrajo la historia personal de Javier”.

Esa historia, contada por él mismo aquel día en su casa del Club de Golf, es la de un chico que perdió a su papá durante el terremoto del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México y que comenzó a abrirse paso por la vida vendiendo el pan que preparaba su mamá en su natal Córdoba.

Esa fecha tiene triple significado para Javier. Es su cumpleaños, es el día en que murió su papá en la sede de la Confederación Nacional Ganadera y es el día en que Fidel Herrera ayudó a su familia a recuperar, velar y sepultar el cuerpo de su padre, lo cual formó un vínculo estrecho que habría de marcar el devenir de su vida.

Cuando Javier cortejaba a Karime, además de ser el chico que ayudó a su mamá y hermanos a salir adelante vendiendo pan después de la tragedia familiar, era alguien con futuro político. Estar relacionado con Fidel Herrera representaba que estaba en contacto con el poder, y Karime lo sabía “porque su papá, Tony (Antonio) Macías, siempre fue aliado de Fidel Herrera”. 

TE PUEDE INTERESAR: Desde la cárcel, Javier Duarte sale en defensa de su ex esposa Karime Macías

Karime Macías Tubilla “es de la clase alta de Coatzacoalcos”, el puerto petrolero del sur de Veracruz. Pasó su juventud sin un solo contratiempo económico. “Los Tubilla son de alcurnia y conocidos”, dijo la fuente.

A pesar de eso, ella era “bastante terrenal”. Incluso “espiritual”, dijo un colaborador suyo que accedió a hablar con La-Lista, también bajo condición de anonimato debido a que en la actualidad -dijo- no se sabe cuáles pueden ser las consecuencias de hablar sobre Karime Macías públicamente.

Esta otra fuente trabajó cerca de ella desde que Rosa Borunda era la presidenta del DIF. Él recuerda que el primer informe de actividades de la entonces primera dama fue realizado por Karime con una notable minuciosidad. De hecho, fueron tres días con sus noches de trabajo continuo.

“Ella se aventó la redacción del mensaje y del resumen. Además, revisó el estilo de fondo de todo el informe. Fueron tres días de no dormir”.

Con una licenciatura en derecho por la Universidad iberoamericana y una maestría en Asistencia Social por la Universidad Complutense de Madrid, Macías se perfilaba como una profesional decidida a cambiar la cara del DIF. “Hacer cambios de fondo”, “no limitarnos a la asistencia social”, decía en 2009 desde su casa.

En menos de un año, la afable pareja de la terraza en el campo de golf estaba haciendo actos de campaña a la gubernatura entre multitudes y ganando la elección. “Karime empezó con buenas intenciones. Intentaba alejarse de todo lo que fuera Rosa (Borunda)”, dijo la persona que trabajó tres días con ella detallando el informe de la esposa de Fidel Herrera.

El principal rival para el PRI es esa elección fue el ex priísta, Miguel Ángel Yunes Linares, quien seis años más tarde se convertiría en el principal perseguidor de Karime, tanto en Veracruz, como en Londres, a donde Macías buscaría refugio.

En opinión de la persona que trabajó con Karime, hubo dos factores que marcaron el inicio del camino hacia la corrupción: Cuando se asumió el cargo de primera dama llevaba demasiado tiempo viendo cómo el mundo a su alrededor “giraba bajo esos parámetros”.

“Era normal que viviera sin culpas. Fidel y Rosa; Miguel Alemán y Magnani: a ellos no les pasó nada, ¿por qué a Javier y a Karime sí habría de pasarles algo?”.

El segundo factor, opinó la fuente, fue el hecho de que “estaban rodeados de lisonjeros” y hubo un punto de quiebre, en el inicio de su sexenio, cuando ya no escuchaban advertencias. “Le decíamos a Javier: la estás cagando en esto y esto, y el decía ‘¿crees que soy pendejo?’ Y te ponía tache, te borraba de su mundo”.

TE PUEDE INTERESAR: Gran Bretaña ordena la extradición de Karime Macías a México; proceso aún no concluye, refuta la defensa

Durante su primer informe de actividades, a un año de estar al frente del DIF, la Karime capaz de pasar tres días sin dormir revisando documentos en una habitación o de hacerle jaque mate en público al político más importante del momento en Veracruz, se mostró como una persona de sonrisa ensayada, voz tenue y dulce, y ademanes coreográficos. Acartonada.

“Ella era muy preparada y culta (pero) se convirtió en un producto”, dijo su conocido.

—¿Qué pasó con Karime, la de la brújula moral bien ecualizada?, —se le preguntó.

“Karime entró en una dinámica igual a la de su marido. Pero ella, todo en pequeño. Pensaba que así era el juego y que todo estaba justificado. Las simulaciones estaban bien hechas. Javier tuvo el ejemplo de Fidel y Karime, el de su papá. Tendrías que ser de Marte u otro plano existencial para superar eso”.

En la calle Puebla de la colonia Petrolera de Coatzacoalcos hay una casa grande marcada con el número 401. Tiene cuatro cámaras de seguridad, una caseta de vigilancia, arreglos de jardinería descuidados en la fachada y paredes blancas que muestran los estragos de la humedad.

“Hace cuatro años esto era una fortaleza”, dijo un hombre de unos 35 años que fue operador político del PRI durante el sexenio de Javier Duarte. “Esta la conocemos como la casa de Tony Macías, papá de Karime. Aquí siempre habían cuatro camionetas Duburban blancas estacionadas. La señora Karime llegaba en esas, siempre muy bien custodiada”. 

Enfrente hay otra casa que en esos tiempos funcionó como “casa de campaña”, donde se almacenaban estufas, refrigeradores, cocinetas y otros enseres para satisfacer las peticiones de “promotores del voto” y para eso estaba un personaje llamado Jaime Ruiz que tenía una tarjeta bancaria “ilimitada”.

Se hacían entregas de cemento de hasta una tonelada, en fechas como el 10 de mayo, el 14 de febrero o el 30 de abril, circulaban incontables arreglos florales y regalos para niñas y niños, y parejas.

“También se guardaban cosas de programas de gobierno para entregarlas en momentos estratégicos de elecciones. Teníamos una camioneta especial para repartir en las colonias. Todo se entregaba de noche para evitar descontroles”, dijo el operador político frente a las dos casas que ahora lucen abandonadas.

El centro de la estrategia de las dádivas con fines de control político estaba en la casa de la familia de Karime, quien dijo antes que se oponía a esas prácticas y que impulsaría cambios estructurales.

El conocido de Macías Tubilla recuerda que la vio conmovida por el rescate de unos niños desvalidos y dijo que iba a dejar todas sus cosas materiales. “Tres meses después hablaba de comprar obras de arte carísimas”.

Esos rasgos de Karime salieron a la luz cinco años después, en 2016, cuando la Fiscalía General de Justicia de Veracruz y la Secretaría de Seguridad Púbica de ese estado aseguraron una bodega en Córdoba, propiedad de la pareja donde almacenaban obras de arte, entre otros artículos como sillas de ruedas, útiles escolares y despensas propiedad del DIF.

La mujer que en 2009 decía que estaba en contra del asistencialismo era sorprendida por las autoridades dando más señales de lo contrario.

Lo más llamativo del hallazgo fueron apuntes con información de cuentas bancarias y nombres de amigos y familiares con quienes, según las autoridades, se urdían negocios ilícitos, de acuerdo con la información oficial difundida en ese momento, cuando ya gobernaba Miguel Ángel Yunes Linares (PAN), a quien Duarte había derrotado en la elección de 2010.

Y estaba la libreta donde Karime escribió listas con el mantra: “Sí, merezco abundancia”.

—¿Crees que ella escribió eso?, le preguntamos a su conocido.

“Si, ella realmente cree en cosas espirituales”.

Cárcel, divorcio

Karime y Javier tuvieron tres hijos. Ella se dedicó a ellos y a practicar equitación con caballos propios, una de sus aficiones. También a sobrellevar su cargo. “Karime no estaba al tanto de todo, sólo de lo que le convenía”.

La vida idílica que mostraron hace 13 años en su casa del Club de Golf se comenzó a diluir cuando entraron al gobierno. Las fuentes cercanas a ella dijeron que, en realidad, fueron pareja sólo durante los primeros tres años de su sexenio. De hecho, cuando Javier entró a prisión, ella le pidió el divorcio y se marchó a Londres con sus hijos.

“Los primeros tres años sí eran pareja, pero la locura del poder los separó, no estaban preparados para eso”, dijo el conocido.

Meses antes de finalizar el sexenio, Duarte concedió una entrevista en la televisión y ahí anunció que dejaba la gubernatura. Argumentó que no era lo correcto seguir en el cargo mientras enfrentaba imputación de los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero.

No enfrentó los cargos porque huyó hasta que en 2017 fue encontrado en Panajachel, Guatemala. Fue extraditado, encarcelado, juzgado y sentenciado.

El gobierno de Veracruz denunció a Karime Macías por daño patrimonial, pero huyó a Londres donde vive actualmente, en el barrio Belgrave, cerca del Palacio de Buckingham. México ha solicitado su extradición desde entonces pero su defensa legal ha conseguido que permanezca en la capital de Inglaterra.

Javier sigue en la cárcel “haciendo locuras” como prometer a la población penitenciaria gestionar la construcción de un campo de futbol de pasto artificial y gritándole a los abogados que caen presos “¡ya sáquenos a todos de aquí!”

“Ella, si bien no ha reducido su alto estilo de vida, es más discreta. Debe sentirse víctima. Para ella el culpable sólo es el marido, pero creo que Karime es indefendible”.

En febrero de 2022, la Corte de Magistrados de Westminster, Londres, otorgó la extradición de la mujer que tocaba una campanita para ser atendida.

Este texto fue originalmente publicado en La Lista como parte de la serie Extraditables. Puedes consultarlo aquí.

Imagen de portada: La Lista